Fernando Tatis Jr. es el latino más 'caliente' de la MLB, y le quiere sacar provecho para llevar a los Padres a lo más lejos en estos playoffs 2020
MÉXICO -- Los Padres viven el 'momentum'. Y el flow lo pone Fernando Tatis Jr. San Diego llegó como un Caballo de Troya al juego de comodín de la Nacional ante los Cardenales.
Uno que se fue armando a través de los años en un proyecto de prospectos, y con la inversión de un Manny Machado que siempre da solidez. Unos Padres hechos de paciencia. De una bocanada de aire fresco, que atravesaron la tormenta de los números rojos hasta encontrar el arcoiris prometido de la postemporada.
Guiados de la mano del dominicano Fernando Tatis Jr. El cuarto jersey más vendido en las Grandes Ligas. El latino más caliente de MLB. Un hombre que llegó en un cambio ganador que lo trajo desde los Medias Blancas por James Shields. ¿En qué estaban pensando en Chicago? El 'Niño' ha probado que no solo vive de su ofensiva. Es sólido en los demás departamentos. Pero más importante aun, a sus 21 años sabe cómo recomponerse en el camino. Este muchacho lleva la pelota Caribe en la sangre. No le puede la presión. La mastica.
Tatis Jr. puede cometer un error defensivo, mantener la cabeza en alto y subirle el nivel a su juego para regalar una joyita a la defensiva, como diría Ernesto Jerez. Un pelotero con la emoción de antes. Que no cree en base por bolas obligadas sino en oportunidades, más allá de la polémica. Y que definitivamente le devuelve a la pelota una emoción.
El dominicano sobresalió en Petco para llevar a los Padres a la tierra prometida, que no es Kansas sino Arlington, Texas. Un Petco vacío, pero que en las afueras acompañó a sus peloteros para hacer de un movimiento una gran ola. Machado y Tatis salieron a agradecer el apoyo, pero sobre todo a nutrirse de la algarabía de los aplausos que esos nadie se los quita.
En Texas irá el caballo contra el lobo, los siempre favoritos Dodgers. Pero si existe un equipo que es capaz de aguantar una mordida en el cuello durante seis episodios sin desangrarse y luego conectar un 'back to back' para regresar es, definitivamente, San Diego. Parafraseando a Miguel Cabrera… cómo pueden perder si llegaron hasta aquí sin nada. Veremos si el lobo puede soplar hasta tumbar la casita, o si el Caballo de Troya los arrolla en el Globe Life Field.
No menosprecien el 'momentum' que transmite al dugout un bat flip… y la fuerza de quien regresa a una Serie Divisional tras 22 años de espera.