La ventana de mercado dejará a varios equipos con la palabra reconstrucción en los labios.
La única bomba de este verano fue la permanencia de Lionel Messi en el Barcelona. En el final de un reality que pintaba con uno de los peores divorcios del mundo del fútbol. En un año que ya nos debe mucho. Pero no sucedió. Esta ventana de mercado, que cerrará el seis de octubre, dejará a varios equipos con la palabra reconstrucción en los labios. Con un deseo a medias de crear un proyecto. Es que las circunstancias no están para más. A veces tampoco los manejos.
El Barça, aún rearmándose. Con nombres orbitando en una etapa que se llama operación salida. Con una Juventus que se impacienta por Luis Suárez. Corriere dello Sport habla de la negativa del uruguayo a bajar su sueldo… tomando en cuenta que tiene aún contrato. Y del mensaje reforzado de Ronald Koeman de no contar con él: lo dejó fuera de la convocatoria para el amistoso ante el Nastic.
La continua noticia de Lautaro Martínez. Desde Italia los medios explican que el director deportivo del Inter, Piero Ausilio podría reunirse con los agentes del argentino para una posible salida. Que los blaugranas no bajan los brazos. Que el jugador tampoco. Que quiere cambiar de aires y estaría negado a renovar, para dejar abierta la puerta para el próximo verano. O para este, que en 2020 cosas más raras ya se han visto.
En la misma línea estaría Kylian Mbappé. Habría comunicado su deseo de salir el próximo verano. Su extensión de contrato parece más noticia que negociación, en un vínculo que une al francés con el PSG hasta junio de 2022. Allí entraría Florentino Pérez y el Real Madrid en la ecuación. El delantero sabe que el único modo de salir es no firmar nada, y forzar al club de París a venderlo el siguiente verano. Veremos que le resulta más tentador. El peso de un escudo como el del Madrid, o el del cheque que pueden extenderle los jeques de su actual equipo.