MÉXICO -- En medio de los escándalos por violencia doméstica y maltrato infantil que han rodeado a la NFL en las últimas semanas, la historia del apoyador Devon Still en la lucha contra el cáncer infantil llena de luz a la liga en un momento complicado.
Los Cincinnati Bengals informaron a través de su página de internet la venta exclusiva de jerseys con el N° 75 de Still, cuyas ganancias serían destinadas a la investigación en el área de pediatría del hospital infantil de Cincinnati.
La respuesta de los aficionados fue sorprendente, incluso Jeff Berding, director de ventas y relaciones públicas de los Bengals, señaló que el jersey de Still se había convertido en el más vendido en la historia de la franquicia.
La hija de Still, Leah de apenas 4 años de edad, está librando su propia batalla contra la enfermedad y recientemente se sometió a una larga cirugía para removerle un tumor en las glándulas suprarrenales.
Leah fue intervenida en el hospital infantil de Philadelphia a finales del mes pasado, y tras seis horas el tumor fue removido totalmente, sin embargo aún tendrá que someterse a un tratamiento de quimioterapia, radiación y trasplante de células madre, para tratar de regenerar su médula ósea.
La enfermedad de Leah fue diagnosticada con etapa 4 de cáncer después de un festival infantil, luego de quejarse de un dolor en la cadera al llegar a casa. Las posibilidades de supervivencia de Leah se redujeron al 50 por ciento, en ese momento.
Poco después de ser diagnosticada, los Bengals se desprendieron de Still para ajustar su plantilla a 53 jugadores y fue recontratado para el equipo de prácticas, asegurando el seguro médico de la liga que se encargó de cubrir los gastos de Leah, que de acuerdo a Still podían ascender hasta 1 millón de dólares.
Still aceptó que no estaba concentrado totalmente en el fútbol americano por la enfermedad de su hija, algo lógico para cualquier padre en esa situación, sin embargo decidió que era momento de hacer pública su batalla como muestra de solidaridad hacia otras familias que enfrentan la enfermedad sin recibir ningún apoyo.
"Una de las cosas que tomamos en consideración antes de hacer público que mi hija tenía cáncer fue que mi hija no está peleando sin ninguna razón", declaró Still durante una entrevista con Coley Harvey de ESPN.com. "Que al menos lo que sacamos de esta batalla es que más gente comienza a conocer acerca del cáncer infantil y más gente decide comenzar a ayudar, así que las familias no tienen que pasar solas por esto".
El mensaje de Still no pasó desapercibido en la NFL y no sólo unió al vestidor de los Bengals, también rivales como el entrenador en jefe de los New Orleans Saints, Sean Payton, han dado muestras de apoyo.
Payton adquirió 100 jerseys, con un costo de 100 dólares cada uno, para regalarlos a niños en el área de Cincinnati.
Durante el partido de la Semana 5 ante New England en el Gillette Stadium, los Patriots emitieron un mensaje de apoyo a Still en las pantallas del estadio, y las porristas usaron jerseys con el N° 75 de Still durante sus rutinas.
Los Bengals, por su parte, anunciaron también que van a subastar un jersey de Still para seguir recaudando fondos para la lucha contra el cáncer infantil.
Still pasó del equipo de prácticas a la plantilla activa y ha respondido con siete tacleadas en tres partidos aportando desde la banca.
Sin embargo el mayor impacto de Still este año seguirá siendo el mensaje positivo que lanzó, uniendo a la liga y sus aficionados, en la lucha contra el cáncer infantil.