MÉXICO -- Algunas anotaciones respecto al triunfo de los Seattle Seahawks sobre los St. Louis Rams en el "Monday Night Football" que cierra la Semana 8:
Partido deslucido. Se sabía de antemano que este partido de lunes por la noche no tendría la atención que regularmente reciben, dado que a unos metros se estaba disputando el quinto partido de la Serie Mundial de Grandes Ligas, entre los Boston Red Sox y St. Louis Cardinals. Sin embargo, pese a los esfuerzos de los Rams por invitar a los aficionados al Edward Jones Dome, St. Louis no pudo hacer pesar su condición de local en un estadio que lució muy vacío. Una de las ventajas que hacen pesar los Seahawks en Seattle es el ruido que generan sus aficionados --"El jugador Nº 12"--, pero los Rams no pudieron hacer lo mismo dentro de un domo donde hubiera sido sencillo elevar el nivel de ruido y romper la concentración del visitante.
Rams necesitan otro brazo. Por segundo "MNF" consecutivo, vimos un desempeño paupérrimo por parte de un mariscal de campo "suplente". La semana pasada, le tocó a Josh Freeman en su primer inicio para los Minnesota Vikings. Esta vez, los abucheos se los lleva Kellen Clemens, quien lució permanentemente perdido en los controles de los Rams. St. Louis tendrá que preparar a Austin Davis --o a alguien más-- si aspira a hacer algo de notoriedad a la ofensiva en su próximo partido, cuando reciban a los Tennessee Titans en la Semana 9.
Russell en riesgo. La cuenta de Twitter del mariscal de campo titular de los Seahawks es @DangeRussWilson, y así es como estuvo Russell Wilson durante buen parte del juego. Los Seahawks no sólo le brindaron una protección de pase inefectiva a lo largo de la velada, sino que hubo varias jugadas por diseño de Seattle que expusieron a Wilson a golpes innecesarios, incluyendo un par de jugadas consecutivas en zona de gol. Con Marshawn Lynch en tu backfield, no tiene mucho sentido arriesgar así a un pasador que destaca por no tener el físico prototipo en la NFL.
Austin inédito. Los Rams salieron del pasado draft de la NFL extasiados por el hecho de haber sumado a su plantilla --a juicio de muchos-- al jugador más explosivo disponible en el receptor abierto Tavon Austin. Seis meses más tarde, seguimos esperando que tenga algún impacto significativo en la ofensiva de los Rams. Pagar una octava selección global es demasiado para un jugador de rol, como lo ha sido hasta el momento Austin en el ataque de St. Louis. Dos recepciones para 9 yardas no son suficiente.
Ganar a como dé lugar. Los Rams exigieron muy poco a los Seahawks a lo largo de la noche. Seattle no brilló ante un equipo marcadamente inferior, y algunos se podrán preocupar tomando en cuenta que se espera sea un contendiente serio para representar a la NFC en el próximo Super Bowl. St. Louis tuvo la oportunidad de ganar hacia el final, pero inexplicablemente, los Rams rpefirieron poner el juego en manos de Clemens, y no sobre las piernas de alguno de sus corredores, Zac Stacy o Daryl Richardson, quienes habían tenido una noche efectiva. La mala selección de jugadas de los Rams al final benefición a los Seahawks, no obstante, no es momento de hacer sonar las sirenas de alarma en Seattle. Las victorias feas también cuentan, y es mejor sufrir un bache en el nivel de juego --registrando una victoria de todos modos-- en el mes de octubre que en el mes de enero. Los Seahawks tienen bastante tiempo para ir recuperando lesionados y volver a lucir un mejor desempeño sobre el emparrillado.