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Cuando conocí a Óscar Taveras...

Siempre recordaré la primera y la última vez que vi a Óscar Taveras.

En marzo de 2013, mientras estaba cubriendo los entrenamientos primaverales de los Mets de Nueva York como parte de la Liga de la Toronja, me tocó viajar a las instalaciones que los Marlins de Miami que comparten con los Cardenales de San Luis en la ciudad de Jupiter en el sureste de la Florida.

Me presenté en el camerino de los Cardenales a hacer una historia sobre la cirugía de Tommy John a la cual se había decidido someter Rafael Furcal, y sobre el ex Met Ronny Cedeño, quien en aquel entonces estaba luchando por un puesto en el campocorto con Pete Kozma.

En lo que esperaba a Cedeño, vi a un muchachón corpulento con una gran sonrisa y con una faz que no aparentaba tener más de 16 años. Su apellido era Taveras, en aquel entonces el tercer mejor prospecto en todo Grandes Ligas, y de quien había escuchado hablar muchísimo dentro de la organización.

Me dirigí hacia él y me presenté como reportera de ESPNDeportes.com y le pregunté si me daría una entrevista para hablar de la experiencia de haber sido invitado a su primer "spring training". Sus compañeros latinos en torno a él se empezaron a reír diciéndole, "¡ya eres una súper estrella!"

Recuerdo esa conversación como si fuera ayer, hablamos de las grandes expectativas que tenían los Cardenales, habiendo sido el "Jugador del Año" en 2012 con la organización y con el gerente general John Mozeliak afirmando que Taveras era el mejor prospecto ofensivo puro en el béisbol.

El prospecto dominicano tenía entonces apenas 20 años y era una de las mayores atracciones para los fans que se daban el largo viaje de San Luis a Jupiter, con Yadier Molina y Carlos Beltrán habiéndose ausentado para jugar con "Team Puerto Rico" en el Clásico Mundial de Béisbol.

Hablamos un largo rato de sus sueños de llegar al "play" en San Luis y bromeando le dije, "espero que ésta sea sólo tu primera de muchas entrevistas", sus compañeros silbaron a través de toda la entrevista, la realidad es que muy pocos peloteros de Ligas Menores están acostumbrados a periodistas féminas en el camerino, pero en ningún momento fue su intención una ofensa, sólo estaban divirtiéndose; yo me reí junto con ellos.

Al generalmente dedicarme a cubrir a los Yankees de Nueva York en la Liga Americana, tuve muy pocas ocasiones de ver a Taveras desde entonces. Pero las pocas veces que lo vi, siempre me daba un abrazo y me recordaba, "¡fuiste la primera que me entrevistaste!, ¡fuiste la primera!".

Estoy segura que no era cierto, que no había sido la primera. Pero nos reíamos siempre de ese día y siempre me lo recordaba.

La última vez que vi a Óscar fue el domingo, 20 de julio, precisamente el "Photo Day" en Busch Stadium. Ese día todos los jugadores y coaches se pasean por todo el campo y se toman fotos con los aficionados, una de las tradiciones más bonitas que tiene la franquicia para la fanaticada en San Luis.

Óscar entró al dugout junto a Jhonny Peralta vestido de punta en blanco con el uniforme de los Cardenales y con esa sonrisa que siempre lo caracteriza. Este blog tiene la última foto que le tomé ese día.

Esta tarde, previo al sexto partido de la Serie Mundial, estuve hablando con Miguel García, quien es parte del cuerpo de entrenadores de los Reales de Kansas City y quien fue instructor y coach de Óscar en las Águilas Cibaeñas en República Dominicana.

Miguel no pudo contener las lágrimas cuando le conté la historia. Me dijo que pensó no sólo en Óscar ni en la gran pérdida que es para su familia, sino también en su propio hijo, quien tiene prácticamente la misma edad.

Cerca de las 7 de la noche, en el palco principal de Kauffman Stadium en Kansas City, nos paramos en silencio en memoria de Óscar y su jovencísima novia, mientras su amigo Yordano Ventura subió a la lomita a dedicarle el partido a su gran amigo, homenajeándolo llevándolo sus iniciales y su número 18 escrito en su gorra. Hoy 28 de octubre enterraron a Óscar en su nativa República Dominicana.

La foto en la pantalla principal en Kansas City mostró a Óscar y las fechas de una vida trágicamente acortada de forma innecesaria, pero yo lo único que preferí ver fue esa sonrisa.

Que descanses en paz Óscar. Fue un honor haber sido "la primera".