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Nadie los va a extrañar

Cruz Azul ha sido el tema. Y no por victorias, buenas decisiones o campeonatos recientes, sino por terminología como empresas fantasma, lavado de dinero y delincuencia organizada que apuntan a sus tres principales directivos. Una verdadera vergüenza.

Por delante la presunción de inocencia, desde luego. Si no son culpables de los cargos que les imputan, Guillermo y Alfredo Alvarez Cuevas, y Víctor Garcés podrán probarlo. Acceso a buenos abogados han tenido todo este tiempo. El que nada debe, nada teme. Sin embargo, independientemente de lo que resulte en esta investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera y apegado a su desempeño como operadores del equipo de futbol, estos tres personajes han sido el gran mal de Cruz Azul. Si no regresaran, nadie los va a extrañar.

Son 22 años y medio sin lograr un campeonato de Liga en México para el equipo de futbol, en donde el único común denominador ha sido 'Billy' Álvarez en la presidencia del equipo. Después de aquel título logrado en el Invierno 97 en León, se han entregado 44 trofeos de campeón de Liga en México y sirvieron para que Toluca y Pachuca acapararan títulos con 7 y 6 respectivamente, para que el León después de diez años en el purgatorio volviera para lograr un bicampeonato, para que otros de reciente creación como Tijuana u otro de reciente desaparición como Morelia también se coronaran. De esos 44 títulos, ninguno fue para Cruz Azul.

Recursos de parte de la Cooperativa ha tenido, a manos llenas. Directores deportivos han ido y venido, entrenadores también, y muchos jugadores de dudosa procedencia. ¿Se acuerdan de Aníbal Zurdo, Maranhao, Edcarlos, Biancucchi (el primo de Messi), Lizarazo (que no jugó ni un minuto en seis meses), Roque Santa Cruz (lleno de lesiones) solo por mencionar algunos? Entiendo que no los recuerden, fueron auténticos petardos. Todas esas decisiones emanaron de su gestión.

Garcés y Alfredo Álvarez estaban desaparecidos hasta que irrumpieron para provocar la salida de Ricardo Peláez a mediados del Apertura 2019. Un proyecto deportivo que tenía cimientos, que a la fecha se mantienen, se fue al barranco con la salida de Peláez. 'Billy' Álvarez, que fue quien lo contrató, brilló por su ausencia cuando necesitó de su apoyo.

¿A qué CEO le permiten seguir en su puesto después de 22 años sin lograr su objetivo? Solo a este. Subrayo, al margen de lo que determine la autoridad en la investigación, la gestión de los Álvarez y Garcés en Cruz Azul ha sido larga, onerosa, poco exitosa y polémica. Si no vuelven, no creo que la afición cementera llore por su partida.