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La madre de todas las batallas...

Tigres y Rayados se enfrentan y dignifican el valor del trofeo de la Concacaf. También, el duelo promete cambiar parte de la mentalidad de los clubes mexicanos. Hoy, para los dos, inobjetablemente, es más importante el título regional que el de la Liga MX, siendo que ambos serán grandes favoritos en mayo, cuando comience la Liguilla. Tigres y Rayados, sus grandes inversiones, sus fantásticas plantillas, dos excelentes entrenadores, un estadio pasional y legendario, otro, fastuoso y moderno. Todo está en su lugar para que seamos testigos de una batalla histórica y sí, por la Concacaf…

SAN DIEGO, California.- “La madre de todas las batallas”. Y es que la Final Regia dignifica, enaltece y le da un valor diferente al título de la Concacaf.

Puede que estemos, por primera vez en la historia, ante un escenario donde los clubes mexicanos se vean más obligados a obtener un torneo internacional que la competencia doméstica. Para Tigres y para Rayados, grandes favoritos para ganar la lLiguilla de mayo, la final que comienza este martes en el Estadio Universitario, promete dejar una huella imborrable en ambos equipos.

El futbol mexicano siempre ha sido un futbol de carácter local, incluso cuando se competía en la Libertadores, parecía que había siempre mayores pretensiones y reconocimientos con el torneo doméstico. ¿Se le valora como se le tiene que valorar al título que consiguió el Pachuca en la Copa Sudamericana del 2006? La realidad es que no. El club mexicano cuenta tanto por los cetros que ha ganado en su propia tierra.

Pero el Monterrey-Tigres está para ambos clubes, por encima del trofeo de la Liga MX. Ellos le dan otra dimensión al juego, al resultado, a la batalla, a la pasión, la polarización de la ciudad y al entendido de que hay algo más que un partido de futbol entre estos dos.

Tigres y Rayados han cambiado de alguna forma, las prácticas y costumbres del futbol mexicano. Las grandes inversiones, la necesidad de reforzarse por la competencia interna que ejerce el rival, la batalla particular entre ambos por ser mejor ha propiciado que la Liga MX sea mejor. Ahora, ambos trasladan esa competitividad a un torneo internacional, que hace algunos años, no valía para nada o para muy poco y que hoy, ante la desaparición del Mundial de Clubes, tampoco tiene un premio muy definido y ambicioso, pero que, en este caso, se satisface con ganar un Clásico al odiado rival deportivo. Le han dado otro valor a la Concacaf y puede que, a partir de aquí, la historia se transforme para siempre en el futbol mexicano.

Tenemos dos cuadros muy completos, con grandes figuras -Funes Mori, Gignac, Layún, Salcedo, Nahuel, Barovero, Pizarro y Avilés- y dos entrenadores de alta capacidad -Ricardo Ferreti y Diego Alonso-. La final comienza en un estadio 'caliente' como el Universitario y concluye en uno precioso como el de Rayados. No falta nada, solo recordarles a ambos, que están jugándose un trofeo de la Concacaf que, por muchos años, había sido una recompensan poco apetecible y reconocida para los equipos mexicanos.

@Faitelson_ESPN