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Hay un esplendoroso Titanic detrás del Apertura 2020

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América envió un mensaje a su afición tras cancelación del CL2020 (1:33)

Los azulcremas pidieron a sus fanáticos continuar con las medidas de seguridad para combatir al Covid-19 (1:33)

LOS ÁNGELES -- “Los mejores navegantes se forjan en las peores tormentas”. Parece frase prófuga del vientre hueco de una galletita china y remasterizada por un video alucinógeno de Javier ‘Chicharito’ Hernández. Pero se ajusta al tema perfectamente, como cubrebocas pirata en el rostro de Alan Pulido o Rodolfo Pizarro.

Clausurado el Clausura 2020 por motivos de salud (financieros, no médicos), la ya legendaria #YuntaDeDueños (Dios te guarde de cualquier virus, por semejante ocurrencia, ¡oh, Sven-Göran Eriksson!), tiene la gran oportunidad de engendrar un glorioso Apertura 2020.

Sí, entiendo, ellos, los propietarios, la #YuntaDeDueños (¡loas a ti, oh, Eriksson!) son más parte del problema que de la solución. Leyes físicas que no mienten: una gota de porquería contamina un tinaco con agua limpia; una gota de agua limpia, no purifica un estanque de porquería.

Pero, la oportunidad la merecen, porque con manos limpias -algunos- y uñas sucias -otros-, pero han confirmado ser hábiles empresarios. Y creativos. E imaginativos. Delinquir -cuando ocurre-, tiene la gracia del oportunismo.

Pero, insisto, el Apertura 2020 puede ser una oportunidad magnífica. Decía John F. Kennedy que “en la crisis, sé consciente del peligro, pero identifica las oportunidades”.

Es el momento, entonces, para que los 14 dueños de los 18 equipos de la Liga MX, espabilen el cacumen y las entendederas. Digo, los perritos abren los ojos a los 12 días, aunque hay directivos que no los abren nunca, algunos incluso llegan a 23 años sin abrirlos... y sin títulos de liga.

1.- VIRUS DENTRO DE OTRO VIRUS
Tiempo de sanear sus finanzas saneando plantillas. Según la Liga MX, cada equipo llegaría a perder ocho millones de dólares al desahuciarse el Clausura 2020.

¿No son, acaso, peores negociantes al contratar jugadores? Ejemplos sobran. Monterrey pagó una beca de 15 millones de dólares por el desaparecido Maximiliano Meza. ¿Y el América? Ocho millones por el pizzero fracasado Nico Benedetti.

¿Tigres? Tiene más futbolistas extranjeros (46) en su hospicio de inútiles que mingitorios limpios en su estadio, y además firma a Diego Reyes y Carlos Salcedo, artistas del suicidio futbolero. ¿Chivas? Un cantante de banda (Chicote Calderón) más desafinado que mudo con laringitis, y un Don Juan flácido (Uriel Antuna). Y podemos seguirle.

Pueden empezar por recortar nóminas. Lo que recuperen de sus fallidas inversiones, será ya ganancia. Han despilfarrado más con sus sesudas contrataciones que con la borrasca que les dejará el funeral del Clausura 2020.

2.- RECONQUISTAR A LA AFICIÓN
La Liga MX advirtió a los 14 dueños de los 18 equipos que se vienen dos torneos cuesta arriba. Encima, contratos televisivos, serán reajustados a la baja.

Pero, sobre todo, la advertencia gira en torno a la afición. Tal vez haya tumultos en el regreso “a la cancha”, pero si no hay reciprocidad “en la cancha”, los fanáticos regresarán a sus búnkers.

Además, el impacto económico tras la pandemia y el aniquilamiento de fuentes de trabajo deja al aficionado más preocupado por sobrevivir, que por la supervivencia de su equipo. No habrá ni dinero ni tiempo que sobre para el futbol.

Habrá que reconquistar a los simpatizantes, con campañas mediáticas simpáticas, pero, sobre todo, con un futbol simpático, y no que cree anticuerpos hacia estilos antipáticos como el virus Tuca Ferretti.

La afición es noble y por eso ha sido víctima de abusos y linchamientos emocionales durante años. Mientras más da, más le quitan y menos recibe.

3.- ¿QUÉ TAL LA INDEPENDENCIA...?
Cuando hablo de decepciones -sin excepciones-, de la #YuntaDeDueños (¡Salve, oh Eriksson!), es inevitable referirse a la sumisión, a la mansedumbre, de sus componentes.

Tuvieron dos oportunidades para sacudirse el yugo, y capitularon, claudicaron. Cuando la Liga de Ascenso fue borrada inmisericordemente, aunque con válidas argumentaciones, tres de los cuatro llamados grandes (Chivas, Pumas y Cruz Azul), pudieron dar un golpe definitivo a la dictadura que con inaudita subordinación llevan a cuestas.

Se comentó en su momento que si había tanta indignación, tanto fervor, tanta enjundia, tanta fogosidad, por parte de los defensores de la Liga de Ascenso, que se atrevieran los ocho a provocar un sismo y un cisma, y montar su propia liga. Pero agacharon la testuz, síntoma de esclavitud casi genética.

¿Qué tal les vendría recuperar la dignidad y la personalidad en este momento de zozobra cuando aún pueden marcar un nuevo orden de manejo en el futbol mexicano y cómo debe emerger después de la pandemia?

Sí, lo sé, son la #YuntaDeDueños (¡maldito seas, Sven-Göran Eriksson!), y “carne de yugo han nacido”, los definiría Miguel Hernández.

Magnífico sería que los propietarios de clubes honraran esa frase que parece una calenturienta elucubración del ex futbolista, y hoy youtuber e influencer, Chicharito Hernández, esa de “los mejores navegantes se forjan en las peores tormentas”.

Magnífico sería, sí. Pero, por eso creo que detrás del Apertura 2020, hay un esplendoroso Titanic.