La alegría le duró poco a Franco Colapinto: siete horas después de su gran triunfo en la Sprint Race de Fórmula 3 en Australia, la FIA comunicó la exclusión del argentino porque el auto del equipo MP no superó la revisión técnica.
El argentino había partido desde el sexto lugar en la carrera corta de la segunda fecha del Mundial y, tras un manejo brillante, se había llevado el triunfo tras una superación genial sobre Sebastián Montoya. El corredor que pertenece a la academia Williams, el programa de desarrollo de talentos del equipo inglés de Fórmula 1, había celebrado en el podio mientras escuchaba el himno argentino. Luego pasó por la conferencia de prensa, mostró toda su alegría por el éxito y su día ya estaba terminado. Sin embargo, su monoplaza no estaba en regla.
El comunicado de la Federación Internacional del Automóvil señaló que los tres autos del equipo MP incumplieron con los artículos 1.3 y 2.5 del reglamento técnico de la categoría. Los comisarios técnicos encontraron los bordes exteriores de la quilla de la carrocería habían sido modificados o reparados y, al hacerlo, ensanchados y cortados, modificando la geometría, algo que no está permitido. La diferencia de medida alcanzaba los 150 milímetros. Según el documento de la FIA, el representante del equipo MP que compareció ante el delegado de la Federación no pudo explicar cómo surgió la diferencia.
Desde el equipo esgrimieron que esa parte de la carrocería fue provista directamente por el fabricante (Dallara), pero la respuesta de la FIA fue que la diferencia entre la pieza extraída de los autos y la reglamentaria que figura en el manual es tan evidente a simple vista, que el equipo debería haberse dado cuenta y no utilizado la pieza. La escudería MP tiene derecho a apelar la sanción.
Con la sanción al argentino, el triunfo fue heredado por Zak O’Sullivan, mientras que Sebastián Montoya saltó al segundo lugar.