Un baile más. Así anunció el equipo Juncos Hollinger Racing en sus redes la renovación del contrato de Agustín Canapino para correr una segunda temporada en IndyCar. El esfuerzo realizado por el argentino merecía otra temporada en la categoría estadounidense. No fue para nada sencilla la empresa que encaró el Titán: nunca había competido en autos de fórmula y ni siquiera hablaba inglés cuando surgió la chance de irse Estados Unidos, allá por el cierre del 2022. Nada amilanó al argentino, quien sorprendió al mundo con varias actuaciones muy destacables, que dejaron boquiabiertos a más de uno y que fueron destacadas por varios de sus colegas, la prensa norteamericana y hasta por los popes de IndyCar, quienes rápidamente mostraron interés en la continuidad de Canapino.
En el medio, claro, aparecía un tema para nada menor: el presupuesto. Por más cruel que resulte, es una realidad inexorable: sin dinero, no hay carreras. Ricardo Juncos, el dueño del team y el ideólogo de sentar a Canapino en un IndyCar, se puso como objetivo lograr que el arrecifeño pudiera tener un segundo año. Ese era el gran deseo del piloto también para que no fuera en vano el esfuerzo de mudarse a otro país, enfrentar el desafío de tener que conocer cada pista con el arranque de la actividad de cada fecha, tener que cambiar su físico para resistir la fuerza G, tener que correr en óvalos, controlar la tremenda potencia del motor de IndyCar… Fueron muchas los rubros que el Titán debió afrontar como para no tener la posibilidad de volver con todas las materias rendidas y poder correr cada cita con otra mentalidad.
Pero faltaba el presupuesto. “Para pensar en Canapino en 2024, debo dejar de pensar en la Argentina”, le confesó Ricardo Juncos a ESPN el 19 de agosto pasado en el autódromo de Buenos Aires, durante la décima fecha de Turismo Carretera. El motivo de tener que hacer a un lado al país sudamericano en la búsqueda de apoyo se centraba, fundamentalmente, en la inestabilidad y el momento económico y político. Dos meses después, ya con el contrato firmado, Juncos habla desde Estados Unidos con ESPN.com para contar los entretelones dela extensión del vínculo.
“Lo que dije en la Argentina fue entendiendo la situación y poniéndome en contexto. Yo trataba de transmitirles a los inversores cuál era la situación y la incertidumbre que había. Estoy extremadamente agradecido a lo que fue la colaboración de Visit Argentina y del Improtur (NdeR: dependencia que pertenece al Ministerio de Turismo y Deporte de la Argentina), que hicieron posible un gran 2023 y que pudiéramos continuar por el gran trabajo que hizo Agustín. Entendí que tenía que concentrarme acá solamente y poner a Agustín dentro del paquete de pilotos sin hacer diferencias por ser argentino”, cuenta Juncos, recién llegado a su oficina tras estar en el circuito de Indianápolis trabajando con los autos de Indy NXT.
-¿Fue importante para la renovación haber ganado el premio de un millón de dólares que otorga la categoría a los mejores 22 autos del año?
-Era importante la variable de tener esa plata extra, que dependía de la última carrera y tuvimos la suerte de conseguirlo. Claramente eso ayudó, porque si no hubiera sido menos presupuesto. Es todo por la capacidad de Agustín, por los resultados que tuvo, por lo que logramos hacer desde la parte mediática, comercial y de marketing con él, con la Argentina, con los seguidores, con el impacto que tuvo en las redes sociales de IndyCar. Todo eso ayuda. Me costó un poco, pero lo pudimos cerrar.
-Destacabas el apoyo que llegó desde la Argentina para 2023.
-Todo el apoyo que recibimos fue fundamental para haber logrado lo que logramos con Agustín. Ponerlo en la discusión de los pilotos que teníamos para el año que viene y que IndyCar empujara y estuviera de acuerdo para su continuidad, porque fue una diferencia notable en las redes sociales y los seguidores que aportamos a la categoría. Y todos hicimos parte de eso, no solo Visit Argentina, también Termas de Río Hondo, los sponsors de Agustín, Héctor Martínez Sosa, el equipo, Hollinger… Fue un esfuerzo colectivo que hizo posible que pudiéramos anunciar a Canapino para 2024. Obviamente, Argentina hoy es una caja de preguntas, no sabemos qué va a pasar. Bienvenido sea si podemos conseguir algo de la Argentina porque necesitamos, nunca es suficiente. Nosotros, desde nuestro lado, estamos haciendo todo para continuar sea como sea. Agustín se lo merece.
-¿Por qué Canapino entró tanto en el público y en el mercado de Estados Unidos?
-Creo que fue una suma de cosas. Por un lado, la performance de él, porque todos saben lo difícil que es IndyCar y cualquier debutante tiene problemas o le cuesta mucho el primer año. Y acá hay que sumar que fue la primera vez que Agustín se subió a un auto de fórmula. Se entiende que le tendría que haber ido mucho peor. Y tuvo momentos brillantes, como en Texas, en las 500… Después, por un motivo u otro no lo pudimos redondear. En Mid-Ohio empató el tiempo de Callum Ilott en su primera salida a pista, y es de las más difíciles de Estados Unidos. Después, bueno, tuvimos cuatro ingenieros distintos, el equipo fue cometiendo errores diferentes, por más que mejorábamos el error anterior, llegaba uno nuevo. Pero todas esas cosas mostraron muy bien a Canapino a nivel deportivo. Además, es muy carismático. Llegó en octubre sin saber inglés y en enero ya lo estaba hablando. Cada fin de semana, su inglés era mejor. Se ganó el cariño de la gente, de los periodistas, de los otros pilotos. Los comentarios de Max Papis, quien es uno de los directores deportivos de IndyCar, de Tony Kanaan... Muchas personas que vieron el talento de Agustín y lo dijeron públicamente. El resultado mediático para la categoría también fue muy bueno. Entonces, creo que todo eso fue sumando, no hay un solo factor. Y él es lo merece, por eso lo dije desde un primer momento que iba a tratar de lograr la continuidad y se consiguió.
-En la segunda temporada la vara se va a elevar porque ya conoce la categoría y las pistas. ¿El objetivo será otro?
-Sí, se sube la vara, pero vamos a seguir con la misma mentalidad, sabiendo dónde estamos parados, tanto él como piloto, y nosotros como equipo. Pero, por ejemplo, en San Petersburgo y las primeras carreras de este año el objetivo era llegar a la bandera de cuadros, aunque estuviéramos tres vueltas atrás. Después, si terminábamos 12 o 15 era otro tema. Pero la mentalidad era la de aprender y girar y girar. Claramente, cuando salgamos a San Petersburgo en 2024, ya no será ese el aproach; será diferente. Pero tampoco vamos a pretender ganar la primera carrera o terminar en el podio. Si se analiza que Colton Herta, el mejor Andretti, terminó décimo en el campeonato después de cinco años compitiendo... Eso habla a las claras lo difícil de la categoría. Vamos a ir con la misma mentalidad, elevando la vara un poquito, pero no tenemos que desconocer nuestra realidad. Hay que aprender de los errores que cometimos, hay que seguir unificando al grupo, tenemos gente nueva, hay un nuevo team manager. Es cierto que Agustín ya rompió el hielo en todas las pistas, ya no será la primera vez que gire y con eso se gana confianza. Es seguir aprendiendo y minimizar los errores y el resultado será cada vez mejor hasta que, ojalá, logremos un podio, una carrera entre los cinco y algún día aspiramos a ganar una carrera. No participamos solo por participar, corremos para ganar.