Será cuatro los pilotos sudamericanos de habla hispana los que estarán este año en las categorías que forman parte de la escala hacia la Fórmula 1. Dos disputarán la Fórmula 2 y otros tantos, la Fórmula 3. El argentino Franco Colapinto y el paraguayo Joshua Duerksen estarán en el peldaño anterior a la máxima categoría y el peruano Matías Zagazeta y el colombiano Sebastián Montoya lo harán en F3. En charla con ESPN.com, el hijo de Juan Pablo (ganador dos veces de las 500 Millas de Indianápolis y de siete Grandes Premios de F1), habló sobre este fenómeno de corredores de estas latitudes.
“Creo que el mundo del motor está empezando a crecer cada vez más”, comenzó Montoya su análisis. “Franco tiene el apoyo argentino y el deporte motor allá es muy grande. Colombia es un país que le gusta mucho el automovilismo y el interés cada año va creciendo más. Hay más pilotos que quieren correr y eso es bastante bueno. Obviamente que puede haber un poquito de coincidencia que seamos cuatro pilotos ahí en la escala de Fórmula 1. Pero ya el año pasado yo estaba en mi primer año de F3 y Franco estaba en su segundo y la verdad que los dos íbamos bastante rápido. Franco pudo ganar un par de carreras, compartimos podio y creo que el deporte cada vez está creciendo más y más gente se está metiendo. Esto lleva más interés, no solo de los pilotos, también de las compañías que apoyan a los corredores para poder lograr esto.
-¿Cómo analizás lo difícil que se está haciendo llegar a la F1, tanto que los dos últimos campeones de F2 no pudieron hacerse lugar y Oscar Piastri debió esperar un año afuera para tener su butaca?
-A ver. El ejemplo de Piastri. Ganó el campeonato de Fórmula Renautl, el de Fórmula 3 como rookie y el de Fórmula 2 como rookie y después estuvo un año sentado. Es un poco complicado. La verdad, como piloto, no, no es lo que quieres ver. Pero a la vez, son los mejores 20 pilotos del mundo en la Fórmula 1. ¿Entonces, dime, por qué vas a sacar a alguien como Lewis (Hamilton) que ya lleva rato corriendo o Fernando (Alonso), quien ya pasó los 40 años, para meter un novato? De pronto te puede sacar el mismo tiempo que ellos, pero la experiencia es mucho más grande de lo que puedes sacar. Por ejemplo, Fernando a sus compañeros les puede sacar diferencia por experiencia. Hamilton con Russell. George puede ir muy rápido a veces, pero la experiencia de Hamilton no necesita la velocidad, porque ya la experiencia te paga. Eso entonces es medio complicado, lo hablaba el otro día con mi papá, que es muy difícil conseguir el asiento, pero si fuera fácil todo el mundo lo haría. Esa es la realidad de la Fórmula 1. Pero es que al final del día también es la realidad del deporte. Por eso son tan deseadas las butacas de Fórmula 1, porque es una oportunidad increíble.
-¿Cómo logra separa con tu papá el rol de consejero en tu carrera deportiva al de padre?
-Cuando estoy en la pista, mi papá es mi entrenador y punto. Después de la carrera, en el día, hablamos como papá e hijo, pero en el momento que estamos en la pista él es mi entrenador y así se bloquean las emociones. Porque si eres emocional en un momento así, es bastante complicado trabajar y se pierde mucho tiempo y energía. Yo soy el piloto, él es mi entrenador y son las cosas. Obviamente mi papá me quiere ayudar y él es probablemente el que más me apoya moralmente para que me vaya bien, porque él sabe lo que se necesita, el sabe el trabajo que uno mete y sabe cómo uno se siente cuando las cosas no salen, pero también sabe qué se siente cuando las cosas van bien. Entonces, el momento que estamos en la pista, somos entrenador y piloto, pero el momento que salimos del circuito, sí podemos hablar como papá hijo.