La imagen de frustración profunda de Franco Colapinto, sentado detrás del alambrado, fue el resumen cabal del fin de su fin de semana en Arabia Saudita, segunda fecha de la Fórmula 2. El argentino sabe que su temporada 2024 es fundamental para el futuro, porque está en la antesala de la Fórmula 1, está dentro de la estructura de Williams y los ojos de los equipos de la máxima categoría miran todo. Jamie Campbell, manager del bonaerense, lo advirtió el año pasado en una conferencia en el ACA: “En la Fórmula 2 hay que demostrar todo de entrada”. Y Franco arrancó con el paso muy cambiado.
En Baréin, donde comenzó el torneo, el argentino no pudo administrar los neumáticos blandos en la clasificación y quedó condenado a largar desde el fondo en las dos carreras. En la sprint race tuvo problemas para mover su Dallara del equipo MP en el inicio de la vuelta previa y todo terminó en una sanción. En la feature race encauzó el andar, con una muy buena remontada, empañada por el lugar que perdió en el giro final con Gabriel Bortoleto, pero consiguió un meritorio sexto puesto que sirvió para levantar la moral y llegar con mejor semblante a Arabia Saudita. Sin embargo, el fin de semana de Jeddah fue peor.
Salvo en el entrenamiento, Colapinto cometió errores en cada salida a pista, y muy costosos. En la clasificación, Franco golpeó el muro en su primer intento lanzado. En un callejero, el impacto contra la pared puede pasar. Le ocurre hasta al más pintado. De hecho, aún se recuerda el choque de Max Verstappen durante la Q3 de 2021 justamente en Jeddah cuando iba por la pole. Pero era el intento final del neerlandés, el segundo cajón de partida ya estaba asegurado. El argentino se pegó en su giro inicial, dañó la suspensión trasera derecha y pudo salir con lo justo, porque los comisarios técnicos de la FIA consideraban que el auto no era seguro. Fin de semana hipotecado y error absolutamente reconocido y aceptado por el piloto de la academia Williams.
El daño ya estaba hecho. Debía partir desde el 12º lugar las dos competencias saudíes, cuando tenía ritmo para mucho más en su máquina del MP. La esperanza estaba justamente en el gran ritmo de su coche para recuperar el fin de semana. Pero otro yerro en la partida de la sprint race lo complicó: se quedó parado en la grilla cuando el semáforo se puso en verde. Tras pasar por el box, pudo salir a pista y avanzó hasta el puesto 13, que se convertiría en 11 por la exclusión de los dos Trident. Otra vez, el argentino mostró su frustración y bronca tras la carrera y aceptó un error.
El piloto argentino golpeó el muro en Jeddah y todo se terminó en la feature race. Joshua Duerksen fue noveno, pero cayó a 12º por sanción. Enzo Fittipaldi, el ganador.
Después de dos días para el olvido, Colapinto se jugaba un pleno en la carrera larga. En la partida, todo se comprometió y no por culpas propias. Se vio envuelto en un trompo que hizo Pepe Martí, quien terminó en toque contra el auto del argentino. El resultado: rotura del alerón delantero. Si bien el argentino fue un protagonista involuntario del toque, su puesto de partida en medio del pelotón fue por aquel error de la clasificación.
A pesar de tener el ala delantera dañada, Franco siguió en buen ritmo, marcando tiempos competitivos y atacando. Y fue por Victor Martins, uno de los pilotos sindicados a ser candidatos al título de F2. Colapinto superó con claridad al francés que pertenece a la estructura de Alpine, pero rápidamente llegó el error final. El argentino entró pasado, le pegó al muro con la cubierta trasera derecha, algo del auto se rompió y todo finalizó en la variante siguiente en trompo y final de carrera.
La cara de frustración y bronca de Colapinto sentado a un costado de la pista fue la imagen que resumió su fin de semana. Ahora será tiempo de hacer tabula rasa, archivar su paso por Asia y viajar a Australia (del 21 al 23) con la mente puesta en recuperarse, minimizar los errores y comenzar a mejorar su rumbo.
En tanto, Joshua Duerksen tuvo una gran carrera y avanzó notablemente, venciendo con claridad a Taylor Barnard, su compañero de en el equipo PHM. El paraguayo finalizó noveno en una actuación brillante. Eran sus primeros puntos en Fórmula 2, pero sufrió una sanción por superar a un rival por fuera de los límites, fue recargado con diez segundos y cayó al 12º lugar. De todas maneras, el piloto de Asunción cerró un gran fin de semana. “Terminé la segunda carrera con novena posición en la pista, lastimosamente no en los resultados finales. Súper contento con el rendimiento, con los avances y la adaptación al auto, a la pista y al campeonato. Este circuito es increíble, puras curvas rápidas sintiéndome al límite en cada vuelta, rozando las paredes; es una sensación increíble ir a 200 km/h en las curvas y a 300 km/h en las rectas”, dijo Duerksen.
El paraguayo había sido noveno en pista, pero recibió una penalización de diez segundos que lo dejó fuera de loa zona de puntos de la feature race de Fórmula 2.
Enzo Fittipaldi, nieto el gran Emerson, fue el ganador de la carrera con un ritmo arrollador y protagonizando superaciones para el recuerdo. Kush Maini finalizó segundo y Dennis Hauger, el compañero de Colapinto en MP, se quedó con el último escalón del podio con una superación sobre la línea a Jak Crawford.