El piloto argentino apenas había dado media docena de vueltas al trazado donde se desarrolla la novena cita del año, cuando su Dallara-Chevrolet tuvo un principio de incendio.
Justo en la primera salida oficial de la nueva tecnología híbrida, que marca un cambio enorme en la historia de IndyCar, justo cuando más se necesitaba sumar quilómetros para conocer cada detalle de la potencia eléctrica que desde esta cita empujará a los motores turbo V6 de 2.2 litros… Sí, justo en ese momento Agustín Canapino tuvo un problema técnico que lo dejó tirado en el medio de la pista cuando apenas había completado seis giros al trazado de Mid-Ohio, donde este fin de semana se disputa la novena fecha de la temporada.
“Tenemos fuego en la parte trasera derecha”, le avisó Ricardo Juncos al Titán por la radio. Una llama apareció en ese lugar, mientras dejaba una estela de humo a su paso. Casi con el impulso pudo avanzar un poco más, antes de detenerse en la pista y hacerles señas a los auxiliares de pista para que acudieran a apagar el incendio.
Por supuesto que ahí todo se terminó para el piloto argentino en el primer día de actividad. Sin dudas, una tanda entera perdida no la mejor manera de estrenar el nuevo sistema híbrido de motores. Sin embargo, no fue tanto lo que desperdició en comparación con sus rivales, porque su incidente provocó una bandera roja de 15 minutos. Pero apenas nueve minutos después volvió a pararse la actividad después del trompo de Jack Harvey, que anunciaba lo que iba a ocurrir: lluvia. Sí, la pista se empezó a mojar y ya nadie más volvió a girar al límite, en busca de tiempos y de probar el flamante sistema.
Álex Palou se quedó con el mejor tiempo en la tanda al marcar 1m07s065 en la mejor de sus apenas ocho vueltas completadas. El debutante Toby Sowery, con 20 giros, fue el que más tiempo pasó en pista. Este sábado se desarrollará la segunda tanda de ensayos y la clasificación.