El piloto argentino cerró una gran vuelta que lo metía en el segundo segmento de la clasificación por primera vez, pero apareció un tal Scott Dixon y lo bajó. Este domingo partirá 13°.
Para entender qué pasó con Agustín Canapino en la clasificación de Laguna Seca, octava fecha de la temporada de IndyCar, primero hay que hacer un rápido repaso por el currículum de un señor que se llama Scott Dixon. Nacido en Brisbane, Australia, pero de nacionalidad neozelandesa, este piloto de 43 años (cumplirá 44 el 22 de julio) tiene: seis títulos de IndyCar, ganó 58 carreras de las 392 que disputó, consiguió 28 pole positions, finalizó 140 veces entre los tres primeros, 207 fue top 5 y acumula 6814 vueltas lideradas. Ah, por las dudas si faltaba algo, tiene un triunfo en las 500 Millas de Indianápolis (2008). Este señor, con todo ese palmarés en su mochila, fue el que dejó afuera del grupo de los seis al Titán en Monterrey.
Explicado rápidamente quién fue el monstruo que evitó que Canapino avanzara por primera vez en su carrera al segundo segmento de la clasificación en una fecha de IndyCar, hay que analizar cómo fue su actuación en el primer grupo. Primero, logró exprimir perfectamente a los neumáticos más blandos, los rojos, un talón de Aquiles para el piloto del Juncos Hollinger Racing. Bajó notablemente su tiempo en el intento final con ese compuesto y quedó primero durante una parte de la tanda. Con el paso de sus rivales, fue cayendo hasta quedar sexto, justo el corte para lograr el boleto. Pero en pista quedaba Dixon, quien ya con la bandera de cuadros mostrada, cerró su vuelta, se metió cuarto y borró a Canapino.
Ahora, las diferencias. El tetracampeón de Turismo Carretera quedó a 72 milésimas de David Malukas, quien finalmente quedó sexto y a 216 de su compañero Romain Grosjean, quien lideró el primer grupo. La posición del francés, quien además viene de ser séptimo en Road America, es una buena muestra del avance que tuvo el equipo liderado por Ricardo Juncos y Brad Hollinger.
Canapino repitió su mejor actuación en una clasificación, lograda justamente en Laguna Seca en 2023, cuando también fue séptimo en su grupo, pero luego debió retroceder seis grillas en la partida por el cambio de motor que había realizado en aquella oportunidad. Pero no es un dato menor que en un autódromo convencional y en donde la muñeca es clave, especialmente en esa mítica curva Sacacorchos. Este domingo, el Titán partirá desde el puesto 13, con buenas chances de ir para adelante y, por qué no, con la ilusión de lograr su primer top 10.
Canapino puede estar tranquilo tras la clasificación. Quedó muy cerca de avanzar al Fast 12 y todo después de vivir dos semanas convulsionadas tras las derivaciones del choque de Théo Pourchaire en Detroit, que terminaron con una licencia obligada del JHR para el argentino. Todo eso parece haber quedado en el pasado después de su vuelta a la pista.
En tanto, el español Álex Palou, campeón de la categoría, se quedó con la pole position.