El italiano de 17 años es la gema del automovilismo que Mercedes tiene en sus planes para ocupar el lugar que dejará Lewis Hamilton en 2025. Su brillante triunfo en Budapest aumentó sus acciones.
Kimi Antonelli carga sobre sus hombros con el peso de ser señalado como el futuro campeón de la Fórmula 1; y apenas tiene 17 años. Su fulgurante irrupción desde su época de karting hizo tanto ruido que Mercedes lo sumó a su programa de desarrollo de talentos cuando apenas tenía 13. Sus resultados lo hicieron ascender a pasos agigantados, tanto que su nombre suena muy fuerte como posible sustituto de Lewis Hamilton, nada menos, en las Flechas de Plata para 2025. Cada una de sus actuaciones es analizada, revisada y evaluada a fondo. Y tras su brillante triunfo en la feature race de Fórmula 2 en Hungría, la ola de comentarios escalará hasta convertirse en un tsunami.
En sus tiempos de karting ganó en absolutamente todas las categorías. Easykart International Grand Final, la South Garda Winter Cup, WSK Champions Cup, WSK Super Master Series, WSK Euro Series y dos veces monarca europeo CIK-FIA. En 2021, apenas tres años atrás, comenzó a correr en autos. Su ascenso fue meteórico: campeón de la F4 Alemana e Italiana de 2022 y de la Fórmula Regional de Medio Oriente y Europea en 2023. Su brillantez hizo que Mercedes le buscara una butaca directamente en F2, pasando por alto el escalón de F3. Desembarcó en el equipo Prema, el mismo con el que se había coronado en las divisiones menores de Europa en años anteriores.
Antes de comenzar su temporada debut en la Fórmula 2, llegó la noticia que convulsionó al mundo de la F1: Lewis Hamilton dejará Mercedes al cierre de 2024 para mudarse a Ferrari. Y Toto Wolff no dudó en señalar al jovencito italiano como uno de los grandes candidatos a sucederlo.
El intenso coqueteo de Wolff con Max Verstappen para convencerlo de dejar las huestes de Red Bull y llegar a Mercedes para 2025 desactivaron un poco los comentarios sobre Antonelli. Para colmo, el arranque del boloñés en la Fórmula 2 no fue el que se esperaba. Dos cuartos puestos (Melbourne e Imola) eran los mejores resultados cosechados en las cuatro primeras citas (ocho carreras). Tal vez era cuestión de sentirse más cómodo con la categoría o menos presionado por el nocivo entorno que ya lo quiere ver en F1 y campeón. Italia, un país con tanta tradición de automovilismo en F1, no tiene representantes actualmente en la parrilla, no disfruta de un podio desde el que consiguiera Jarno Trulli en el GP de Japón de 2009 y no celebra un título desde ¡Alberto Ascari en 1953!
Antonelli se acomodó. Se puso a tono con la F2 y ganó el sprint de Silverstone, en la cita anterior. Y llegó el brillante triunfo en la feature race de Hungría. Se vio beneficiado con el ingreso del auto de seguridad por el accidente de Amaury Cordeel, que le permitió hacer la parada en boxes para poner neumáticos blandos y volver quinto a la pista. Pero no bien salió el verde, y más allá de la ventaja que le otorgaba el suve y fresco caucho, Kimi voló. Superó cuatro autos en dos vueltas (Hauger, Fittipaldi, Bortoleto y Martins) para quedarse con un éxito sensacional.
Claro, su actuación reavivó los comentarios sobre su chance de escalar a F1 el año que viene. Y aumentaron aún más porque Red Bull blindó a Verstappen al confirmar la continuidad de Helmut Marko (si el austríaco se iba, el neerlandés podía activar una cláusula de recisión). Antonelli, con los pies en la tierra, dijo al sitio italiano Formula Passion: “Honestamente, no sé si estoy preparado. Todavía estoy cometiendo algunos errores, estoy aprendiendo". Y agregó: “Desde Silverstone me siento mucho más ligero. La presión va disminuyendo carrera tras carrera. Este fin de semana mi mente estaba más clara. Manejé con más naturalidad, sin pensar en el resultado. Esta victoria es un gran alivio. Mercedes es una parte importante de mi carrera. Ya me apoyaron en la pista, pero ahora también fuera de ella. Siempre quieren lo mejor para ti, incluso en las dificultades. Confían en mí”. Y cerró con un mensaje que alimentará aún más las ansias de muchos: "Sería bonito ser el próximo italiano en la Fórmula 1. Hay una gran euforia en Italia. Veremos qué pasa el año que viene".