Las opciones de que Sergio Pérez triunfe en la CDMX son reducidas debido en buena parte a las discrepancias respecto al desarrollo de su bólido.
AUSTIN.- Una vez que el telón cayó en el Gran Premio de Austin de F1, el piloto Sergio Pérez se enfila a su carrera de casa en el Autódromo Hermanos Rodríguez y sus posibilidades de lograr un buen resultado en este momento se ven muy reducidas, porque no ha logrado encontrar el rendimiento que lo haga contendiente, además de que también existen discrepancias entre él y el equipo Red Bull sobre su trabajo y actualizaciones de su auto.
En Austin, Checo Pérez respondió a los comentarios del team principal, Christian Horner en los cuales hablaba de la urgencia de que se cerrara la diferencia que existe entre el mexicano y Max Verstappen.
El tono de lo dicho por Horner no gustó a Pérez, quien en entrevista con ESPN, pidió que "Red Bull" se concentrara en el auto del que se ha quejado desde hace meses, en lugar de salir en la prensa.
Los jaloneos no quedaron ahí, y aunque sutiles siguieron en el fin de semana cuando Horner dijo antes de la Sprint en el Circuito de las Américas que Verstappen y Checo contaban con autos iguales en cuanto a actualizaciones.
El monegasco encabezó el 1-2 de Ferrari en Texas, Max Verstappen fue tercero y aumentó su ventaja sobre Lando Norris (cuarto tras ser penalizado) y el argentino volvió a sumar puntos en F1.
Apenas terminó la carrera corta, donde el tapatío se fue en blanco, Checo Pérez aclaró que su monoplaza no portaba las mejoras en el piso de las que sí gozaba el tricampeón neerlandés.
Para ponerle un tronco más a la hoguera, el asesor de Red Bull, el famoso Helmut Marko expresó, tras la carrera del domingo, que las diferencias eran "marginales" y restó importancia y peso a esos "updates" como causa de la diferencia de rendimiento entre los dos pilotos del equipo austriaco.
Checo Pérez y Red Bull se negaron tres veces en el fin de semana y al final el mexicano fue el crucificado.
Claramente, Red Bull dio un paso adelante. Max Verstappen aumentó en cinco puntos su ventaja sobre Lando Norris, de McLaren, pero el trecho entre los pilotos de la escudería de la bebida energizante no se reduce.
Pérez fue noveno en la Sprint, mientras que Vertappen la ganó. En la carrera dominical, Checo terminó séptimo y Max subió al podio en tercer puesto.
Si bien es cierto que hoy por hoy, Max Verstappen está un escalón o quizás dos arriba de cualquier otro piloto de la Fórmula 1, el no contar con los mismos desarrollos aerodinámicos supone un handicap extra para el hombre de Guadalajara de 34 años, 14 de ellos en la Máxima Categoría del automovilismo mundial.
La razón de la preferencia de Red Bull hacia Verstappen es muy lógica: Max pelea por ganar el título de pilotos y Checo no.
Además, es muy normal que los equipos de F1 lleguen a algún GP con una mejora montada en un auto y en otro no, porque no tuvieron tiempo de producir para ambos coches y se ven en la necesidad de surtir solamente al que es considerado de mayor jerarquía.
Los equipos de Fórmula 1 no compran sus partes en una refaccionaria o las encargan por Amazon. Las piezas tienen que ser fabricadas una por una, antes diseñadas y probadas en túneles de viento, reales o virtuales.
Los monoplazas de la F1 son prototipos, ideas materializadas, prodigios de ingeniería en constante evolución y para su actualización juegan un papel determinante el tiempo y presupuesto.
Más allá aun, las mejoras que funcionan en una pista, no necesariamente seràn efectivas en otra.
Checo Pérez dijo que no se sabe si el desarrollo que presentó Max en Austin estará a su alcance en México, lo que es peor, tal vez no sea algo que siente bien al auto en el dificilísimo circuito del Autódromo Hermanos Rodríguez, así que aunque lo tuviera, posiblemente no sería beneficioso utilizarlo.
Así, Checo Pérez llega con más incertidumbre que puntos en el campeonato, con rumores sobre su continuidad en el equipo Red Bull y mucha presión porque si él no comienza a sumar puntos en el Top 5, el campeonato de constructores estará perdido para Red Bull, y ese es el que da premios en efectivo, el de pilotos sólo da prestigio.
No es fácil, no sólo por el bajón de rendimiento del auto RB20, sino porque Ferrari voló en Austin; Mercedes, a pesar de la mala suerte, mostró un ritmo de carrera superior a Red Bull y se da por descontado que McLaren es el mejor auto de la parrilla.
Checo Pérez y Red Bull siempre son rápidos en la Ciudad de México y ese sería un excelente trampolín para que la temporada 2024 del tapatío culminara con notas altas o al menos que ahí despegara hacia alturas donde la duda no se cierna sobre su cabeza.
Marko dijo que por el momento y hasta el Gran Premio de Abu Dhabi, último del calendario, no tomarán decisiones sobre el futuro de Checo, quien recientemente firmó extensión fmde contrato por dos años más, pero en la F1 los contratos tienen más salidas que una autopista.
Nada le asegura a Pérez que si su rendimiento no mejora seguirá en Red Bull. Liam Lawson y Yuki Tsunoda acechan su asiento. Al mexicano le urge dar un giro a su momento, ser octavo de la tabla no concuerda con las expectativas.
"En México todo puede pasar", dijo Checo en Austin, en el "corralito" donde se atiende a la prensa. Y sí Pérez puede hacer algo extraordinario ahí, porque parece que el Red Bull ha resucitado, ahora depende de él hacer el trabajo.