El ente rector del automovilismo elevó el costo de las multas por lenguaje soez y hasta podría aplicarse suspensión y quita de puntos a pilotos.
La Federación Internacional del Automóvil decidió apretar un poco más la mordaza a los pilotos. Ya en 2024, Mohammed Ben Sulayem, presidente de la entidad, había bajado una línea directa para endurecer los castigos a los corredores que utilizaran malas palabras en conferencias de prensa, zonas mixtas o diálogos por radio. “Tenemos que diferenciar entre nuestro deporte y el rap, no somos raperos”, sentenció el emiratí. Y fue Max Verstappen el primero que cayó en el duro brazo impartido por el pope. El campeón dijo un insulto durante la rueda de prensa previa al arranque de la actividad y fue condenado a cumplir trabajo de interés público, que realizó en Ruanda durante la celebración de entrega de premios de la temporada 2024 (tuvo charlas con corredores jóvenes).
El caso del neerlandés cayó muy mal entre los pilotos, no solo de F1, también se sumaron las quejas desde otras disciplinas que están bajo la órbita de la FIA. Sin embargo, la entidad decidió endurecer las sanciones y modificaron la normativa. Para 2025 se cambió el artículo 12 del código deportivo y ahora soltar alguna palabrota puede llevar hasta perder un título.
La FIA redefinió la mala conducta: "El uso general de lenguaje, escrito o verbal, gestos y/o signos ofensivos, insultantes, groseros, maleducados o abusivos y que razonablemente pueda esperarse o percibirse como grosero o maleducado, o que cause ofensa, humillación o sea inapropiado. Agredir (codazos, patadas, puñetazos, golpes, etc.) e incitar a hacer cualquiera de las cosas anteriores”, dice el retocado artículo 12. Y ahí comienzan las sanciones. En el caso de la Fórmula 1, la primera infracción que se cometa tendrá un costo de 40.000 euros. Si ese corredor de la máxima categoría reincide en la infracción, ya deberá pagar 80.000 euros y sufrirá un mes de suspensión, sin poder competir. Y si llegar a una tercera, deberá desembolsar 120.000 euros, un mes de suspensión y sufrirá la quita de puntos en el campeonato.
Además, se impondrán las mismas sanciones en el caso de que se agravie o cause daño moral (escrito o en palabras) a la FIA, a alguno de sus departamentos u órganos o miembros o que dañe “al interés del deporte automovilístico y a los valores defendidos por la FIA” y también a “cualquier incitación pública a la violencia o al odio”.
El ente con sede en París mantiene también las multas por “realización y exhibición general de declaraciones o comentarios políticos, religiosos y personales que violen de forma notable el principio general de neutralidad promovido por la FIA en virtud de sus estatutos, a menos que hayan sido previamente aprobados por escrito por la FIA en el caso de las competiciones internacionales”.
Los pilotos están advertidos y deberán cuidarse en el momento de hablar y expresarse. La mordaza de la FIA se hizo más fuerte. Habrá que ver qué actitud toman los corredores si finalmente el duro brazo que impulsa Ben Sulayem finalmente cae sobre algún colega.