Quienes corremos lo sabemos: a pocos días de una competencia, ya no se puede ganar nada con más entrenamiento, pero se puede perder mucho. En otras palabras, hay un punto en donde todo el trabajo ya se hizo y debemos priorizar el llamado "entrenamiento invisible", como el correcto descanso y la nutrición.
Pero también es verdad que en este período de preparación, una competencia previa en el momento indicado puede ser de gran ayuda, tanto a nivel fisiológico como psicológico. Y esto cobra mayor importancia en las carreras de largas distancias. En el caso de que estemos preparándonos para correr un maratón, concretamente la recomendación es participar de un medio maratón entre 3 y 5 semanas antes.
La idea es hacerla de forma competitiva, al ritmo máximo al que podamos ir en esos 21 kilómetros, de forma de que luego podamos calcular a qué ritmo correr en los 42k. La fórmula para obtener este dato surge de multiplicar por dos el tiempo de nuestra media maratón, y sumarle un 10% de ese tiempo en el caso de los runners más experimentados, y hasta un 20% si estás entre los corredores que transitan sus primeras dos temporadas en este deporte.
Por otro lado, recuerda que cuando falten menos de tres semanas para el maratón debes evitar participar en otra carrera, y que el entrenamiento de la semana final debe ser muy suave. Estos siete días previos a tus 42k son los destinados a asimilar todo el trabajo anterior, relajarse y mantener un correcto tono muscular.
¿Participaste alguna vez de un maratón de 42k?