No son pocos los runners que por problema digestivos las comidas les caen mal, y las repiten de forma desagradable durante los entrenamientos. Si este es tu caso, prueba usando tu creatividad a la hora de repartir tus comidas. Trata de experimentar con diferentes porciones y tipos de alimentos antes de entrenar, para así descubrir qué es lo que te está sintiendo mal, y luego eliminarlo de tu dieta regular. Idealmente, realiza estas pruebas cambiando hábitos alimenticios y manteniéndolos así durante dos semanas. Ese período será suficiente para notar si hay cambios genuinos o bien hubo variaciones que tuvieron que ver con un día en particular y con otros factores.
Una vez que hayas hecho estas pruebas, si el problema persiste acude a un endocrinólogo para que te realice una prueba de intolerancia alimentaria. De esta manera podrás conocer de una forma científica los alimentos a los que eres reactivo o intolerante, y eliminarlos de tus comidas. Ten en cuenta que muchas veces se trata de una simple cuestión de en qué momento del día consumes cada cosa, por lo que no dejes de experimentar con cambios de horario de tus comidas y cambiar ciertos hábitos. Hay, por dar un ejemplo, personas a las que les cae mejor tomar leche por la tarde o noche en lugar de hacerlo a primeras horas de la mañana, con el desayuno.
Por último, recuerda siempre que cada cuerpo es único y diferente al resto. Por lo tanto, lo que a los demás le funcione bien, no necesariamente tendrá que causar el mismo efecto en tu organismo. Partiendo de esta premisa, realiza estos cambios temporales en la alimentación y de esta manera muy probablemente puedas desenmascarar al culpable de este sufrimiento, para conseguir así superar el problema.
¿Hay algún tipo de comida que te caiga mal?