Para un runner hay pocas cosas más dolorosas, molestas y frustrantes que los calambres. Estas repentinas e involuntarias contracciones musculares aparecen generalmente de un instante a otro, sin dar previo aviso, y pueden impedir que terminemos un entrenamiento o lo que es mucho peor: impedirnos llegar a la meta en una carrera. No obstante, hay una serie de medidas que podemos tomar para evitarlos o al menos minimizar su aparición.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que, si bien estos dolorosos espasmos suelen durar muy poco tiempo, si suceden con demasiada frecuencia pueden ser el indicativo de que estamos ante un problema de salud delicado, por lo que en tal caso deberías consultar a un médico para que analice la situación. No sería de extrañar que, si detecta algún déficit en ciertos nutrientes, te recomiendo tomar algún determinado suplemento para paliar esta deuda que tiene tu cuerpo. Pero dejando esto de lado, y yendo a los calambres comunes y corrientes, de esos que aparecen muy de vez en cuando, en caso de sufrirlos lo primero necesitas hacer es disminuir la intensidad de la actividad física y relajar lo más posible el músculo.
Además, necesitarás estirar ese músculo y darte un auto masaje justo en el lugar en donde sientas el dolor, para ayudar a que las fibras vuelvan a su normalidad. Luego de eso, si el calambre es fuerte, lo mejor será que es un paso al costado en el entrenamiento del día. Seguir corriendo a pesar del dolor puede traerte consecuencias que lamentes.
A la hora de hablar de la prevención, no podemos dejar de lado la palabra hidratación. Y aquí nos referimos tanto a beber agua como a reponer sales minerales, que intervienen en la contracción muscular. Cuando alguna de las dos cosas falta en su cantidad necesaria se produce un desequilibrio que suele terminar en calambres. En este sentido, las bebidas isotónicas o deportivas están formuladas con las cantidades adecuadas para que esto no suceda. Procura incorporarlas a los entrenamientos o carreras de más de una hora de duración, especialmente en los días de mucho calor. Y por supuesto, no descuides tu nutrición: recuerda que necesitas tener una dieta balanceada, que sea rica en frutas y verduras, alimentos que te proveerán de las sales minerales necesarias para que tu cuerpo funcione correctamente.
¿Tenés alguna molestia a la hora de entrenar?