Ronald Koeman suele recordar que en agosto, cuando en una charla muy breve resolvió tomar la oferta de Josep María Bartomeu para hacerse cargo del Barcelona, "ya sabía cuál era la situación del club". Siete meses después de no aceptar una primera propuesta para sustituir a Ernesto Valverde porque tenía a la vuelta de la esquina como seleccionador holandés una Eurocopa que poco después se suspendería a causa del coronavirus, Koeman asumió la dirección del equipo azulgrana en plena tormenta, durante una crisis que, a todos los niveles, convirtió al club en un infierno.