Davante Adams le dio un nuevo significado al concepto del “Hombre de Hierro”.
No cualquiera se levanta rápidamente tras sufrir un impactante golpe casco con casco que le provocó perder el conocimiento por unos segundos y una conmoción por la que pasó una noche en el hospital.
Davante Adams lo hizo.
Diez días después de sufrir de frente un brutal golpe del linebacker de los Chicago Bears, Danny Trevathan, Adams, atrapó dos pases de touchdown, el último de 12 yardas para sentenciar el triunfo de los Green Bay Packers por 35-31 sobre los Dallas Cowboys.
Adams fue clave en la victoria de los Packers, no sólo por la recepción del triunfo sino porque fue la pieza clave en el ataque aéreo dirigido por Aaron Rodgers al ser el líder del equipo en el juego con siete pases atrapados para 66 yardas.
Abajo 31-28 y con 1:13 por jugar, Green Bay inició su última serie ofensiva sin la presencia del receptor primario de Rodgers, Jordy Nelson.
Rodgers comenzó el ataque con un pase de 14 yardas a Adams y culminó la serie con el envío a las diagonales al receptor, quien dio un salto espectacular para atrapar el ovoide y darle a Green Bay el triunfo, sólo un día después de recibir luz verde para jugar ante los Cowboys tras aprobar el protocolo de conmociones obligatorio de la NFL.
Carl Ripken Jr. (2,632) en Grandes Ligas o Brett Favre (297) en la NFL se erigen como los “Hombres de Hierro” por sus rachas de juegos consecutivos como titulares, sin embargo, Adams demostró en 10 días que merece ser parte de ese grupo de élite.