Miguel Ángel Russo fue uno de los entrenadores argentinos con mayor trayectoria. El DT de Boca Juniors llegó a más de mil partidos dirigidos y tuvo a cargo 16 clubes de 8 países distintos, en más de 30 años de carrera.
Luego de culminar su trayectoria como jugador, siendo emblema de Estudiantes de La Plata y terminando como uno de los futbolistas con más partidos en la institución, comenzó una nueva etapa en su vida.
El arranque en Lanús y el paso por Estudiantes
Todo inició en Lanús en la temporada 1989/90, en la Segunda División del fútbol argentino, obteniendo el ascenso a Primera, tras vencer a Quilmes en el reducido, aunque le tocó volver a descender en la temporada siguiente, pero obtuvo un nuevo ascenso en la 1991/92, siendo campeón del torneo. Le tocaría regresar al Granate entre 1999 y 2000, donde no consiguió buenos resultados.
En 1994 retornó a su gran amor, Estudiantes de La Plata, quién lo contrató en un momento de necesidad y junto a Eduardo Luján Manera, consiguieron el ascenso a Primera División, con un gran equipo que obtuvo el título con una efectividad del 78% de los puntos y que mostraba un gran juego. Al Pincha regresaría muchos años después para dirigir un puñado de partidos en la temporada 2011/12.
Las experiencias en el exterior
Su primera chance en el exterior llegó en 1996, cuando Universidad de Chile lo contrató para dirigir al equipo Azul en la Libertadores, donde realizó una buena actuación cayendo ante el campeón de esa edición, River Plate, en las semifinales.
En 1997 conoció a otro de sus queridos amores en el fútbol, Rosario Central, club en el que tendría cuatro etapas distintas como DT. Su primer paso por el Canalla no fue tan destacado, pero volvería a Rosario en 2002 hasta 2004, un breve paso en 2009, logró un nuevo ascenso a Primera en la temporada 2012/2013 y, en 2024, hizo historia ganando un título que desató la locura de todo Rosario.
En 1998 tuvo su único paso por el fútbol europeo, con poca suerte, ya que ganó apenas 4 de 16 partidos en el Salamanca de España y retornó a Argentina para dirigir a Colón de Santa Fe, donde estuvo apenas 12 encuentros.
Tras el segundo ciclo en Lanús, dirigió a Los Andes en la temporada 2000/01, en su breve paso por la Primera División, con un balance negativo.
Nuevamente en Central, obtuvo buenos resultados en torneos consecutivos y clasificó a su equipo a las competencias internacionales en 2003 y 2004.
El primer título en Argentina y el arribo a Boca Juniors
Esto llamó la atención de Vélez Sarsfield, y en 2005 consiguió su primer título de Primera División, tras obtener el Clausura con seis puntos de ventaja sobre Banfield y siete sobre Racing. En el plano internacional, llegó a semifinales de la Sudamericana, pero cayó eliminado ante Pumas.
En diciembre de 2006 le llegó la chance que le cambiaría la carrera para siempre: Vélez y Boca Juniors intercambiaron entrenadores y el "Palomo" aterrizó en La Boca (Ricardo La Volpe fue para el Fortín), donde obtendría el título tan ansiado, la Libertadores 2007, gracias a un equipo espectacular, que contaba con un magistral Juan Román Riquelme, además de Martín Palermo, Rodrigo Palacio, entre tantos otros, logrando la diferencia más abultada en una final, al vencer con un global de 5-0 a Gremio de Porto Alegre. Su paso por el Xeneize culminó tras la derrota ante el AC Milan en la final del Mundial de Clubes por 4-2.
Su siguiente equipo fue San Lorenzo, donde cayó derrotado en el recordado triangular contra Boca y Tigre, en el Apertura 2008. En 2009, tuvo un fugaz paso por Rosario Central, salvando la categoría en una promoción.
Luego de pasos discretos por Racing y Estudiantes entre 2010 y 2011, llegó su cuarta etapa en Rosario Central, donde logró el ascenso a Primera en la 2012/13 y alcanzó la final de la Copa Argentina en la 2013/14 cayendo ante Huracán en la definición.
De allí recaló nuevamente en Vélez Sarsfield, donde cosechó una floja campaña en el torneo 2015, lo que lo alejó de la dirección técnica por un tiempo.
Colombia, Perú y Paraguay, otros de sus destinos
En diciembre de 2016 llegó una nueva chance internacional, más precisamente en Colombia, donde llevó a Millonarios al título en 2017, luego de 5 años de sequía.
También obtuvo la Superliga de Colombia 2018, superando a Atlético Nacional en la final. En su etapa en ese país también superó un grave problema de salud, dejando atrás un cáncer de próstata y una fuerte infección intrahospitalaria.
Para 2019 llegaron dos nuevos destinos, Alianza Lima de Perú y Cerro Porteño de Paraguay. Malos resultados en ambos torneos locales con equipos pretendientes al título lo llevaron a irse. Con el Ciclón de Barrio Obrero tuvo una dura serie en cuartos de final de la Libertadores ante River Plate.
La revancha en Boca
Tras los malos tragos del último año, en 2020 le llegó una revancha muy esperada. Su segundo ciclo en Boca y un inolvidable título en la Superliga, quitándole la corona a River en la última fecha, con seis triunfos en fila.
Durante esta segunda etapa en Boca, que se extendió hasta 2021, Russo logró la Copa Maradona y también fue parte del proceso hasta conseguir la Copa Argentina. También, aunque no fue un título, eliminó a River dos veces, ambas por penales, cortando la mala racha del Xeneize en los mano a mano ante el Millonario de Marcelo Gallardo.
La salida de Boca lo llevó a un exótico destino que, a día de hoy, ganó mucha popularidad: Al Nassr. Sin las increíbles inyecciones de dinero de por medio ni con un Cristiano Ronaldo como bandera, Miguel estuvo en Arabia un año y medio, hasta junio de 2022.
Luego de este paso en Arabia, Russo regresó a uno de sus amados clubes del fútbol argentino. Rosario Central lo contrató para la que fue su quinta etapa y Miguel no decepcionó. Reemplazó a Carlos Tevez y conquistó el título de la Copa de la Liga, el séptimo trofeo del profesionalismo Canalla, ganándole la final a Platense y dejando afuera a River en semifinales mediante la vía de los penales.
Su quinto ciclo en Rosario finalizó en agosto de 2024 y recayó en otro de los grandes del fútbol argentino: San Lorenzo. De mal pasar institucional y con falta de resultados deportivos, 'Miguelo' levantó a un plantel que parecía no encontrar la salida y llegó a las semifinales del Torneo Apertura 2025, donde perdió ante Platense como local.
La eliminación a nivel local abrió la puerta para que Russo presente su renuncia y, negociación con la directiva de por medio, el experimentado entrenador de 69 años quedó liberado para iniciar un tercer ciclo especial con el Boca Juniors de Juan Román Riquelme.
El debut no fue sencillo y la situación de Boca también era delicada. Se estrenó en el banco de suplentes ante Benfica, en Miami, en el marco del Mundial de Clubes 2025, una cita internacional en la que el Xeneize compartió grupo con Bayern Munich y Auckland City. Su equipo se mostró competitivo ante los dos conjuntos europeos, pero la derrota ante el de Nueva Zelanda dejó una pálida imagen.
Miguel Ángel Russo fue, sin lugar a dudas, uno de los entrenadores más emblemáticos de la historia del fútbol argentino. Un hombre que le dio su vida a su máxima pasión y que se fue respetado por todos. Dueño de un estilo y responsable de un legado.
