En una final muy disputada y a estadio repleto en La Plata, Boca Juniors venció 1-0 a San Lorenzo con gol de Luis Vázquez y se quedó con el Torneo internacional de verano.
En los primeros minutos, el partido ya mostró intensidad. Boca tuvo la iniciativa con ataques directos desde la velocidad de Juan Ramírez y Eduardo Salvio, mientras que San Lorenzo intentó salir de contragolpe con Ezequiel Cerutti. Vázquez y Exequiel Zeballos fueron una amenaza desde el inicio, pese a que tuvieron poca participación.
Los primeros intentos del equipo de Sebastián Battaglia fueron un cabezazo de Vázquez tras un buen centro de Frank Fabra y un tiro libre de larga distancia de Zeballos que Sebastián Torrico controló. Luego, algunos centros con poco peligro.
Tras quince minutos de un tímido dominio boquense sin gran profundidad, San Lorenzo se paró más adelante en el campo y le quitó espacios a Ramírez y Salvio. La posesión no cambió de dueño, pero la ausencia de un jugador creativo en tres cuartos de cancha empezó a hacerse evidente en el conjunto de Battaglia.
El juego, que desde el inicio mismo había tenido la temperatura de una competencia oficial, terminó de calentarse a los 20 minutos y la disputa física pasó a ser prioritaria. El carácter "amistoso" de esta final nunca apareció por La Plata.
Fue Fabra quien apareció para volver a darle a Boca una posibilidad clara de gol a los 30 minutos, tras un gran arresto individual que derivó en una infracción en las puertas del área.
Los minutos finales de la primera etapa transcurrieron entre la poca profundidad de Boca, que intentó avanzar sobre todo por izquierda, y las dificultades de San Lorenzo para hilvanar una buena contra. Una buena salida de Marcos Rojo y Salvio a los 43 le dio otro tiro libre a Zeballos, que controló bien Torrico.
Tras el tiro de esquina posterior, llegó el primer gol del partido, en tiempo cumplido. Gastón Ávila, uno de los mejores jugadores del encuentro, envió un gran centro que Vázquez cabeceó al segundo palo.
Desde el inicio de la segunda etapa, San Lorenzo salió a bucar la posesión y plantarse en campo rival, obligado por el resultado y buscando aprovechar la inexperiencia de la defensa rival, que salió al campo con Gabriel Aranda y el debutante Pedro Velurtas en lugar de Rojo y Eros Mancuso. De todos modos, la primera acción de peligro fue un remate de media distancia de González.
El equipo de Pedro Troglio mantuvo su mayor actitud ofensiva, aunque no tuvo ideas para llegar con peligro al arco de Rossi, excepto por algún disparo aislado o con pelotas detenidas. A los 13, los ingresos de Néstor Ortigoza y Barrios intentaron darle mayor manejo y explosión.
El encuentro se hizo trabado y cortado. Boca ya no atacaba con la intensidad de la primera parte y por eso a los 16 entraron Aaron Molinas y Nicolás Orsini por Vázquez y Zeballos, para oxigenar la ofensiva y, sobre todo, recuperar el balón.
Entre los 22 y los 23 minutos, el letargo en el que había entrado el partido terminó con una jugada por bando. Salvio sacó un gran remate que se fue cerca y en la respuesta, Uvita Fernández también estuvo cerca con un tiro desviado. Enseguida, llegaron otros dos cambios: Cristian Medina por González y García por Cerutti.
Entonces, llegaron los mejores momentos de San Lorenzo en el partido. Tuvo actitud, jugó lanzado en ataque y empujó a Boca hacia una postura totalmente defensiva. Barrios estuvo cerca del 1-1 primero y luego, a los 29 minutos, tuvo el empate pero Fernández Mercau desvió un remate desde media distancia en posición adelantada.
Sebastián Villa ingresó para jugar los últimos minutos por Salvio y al mismo tiempo Flores reemplazó a Cristian Zapata. El delantero colombiano se hizo necesario porque Boca no podía aprovechar los espacios en los contragolpes.
En los minutos finales, el equipo de Troglio no pudo sostener el impulso y Boca controló el resultado, más allá de algún intento aislado del cuadro azulgrana. Así, el conjunto de Battaglia se quedó con el primer trofeo del año ante su público y después de una final con poco juego pero gran intensidad competitiva.