"Guardiola no se detiene, sabe que el juego está evolucionando por lo que no deja que los otros equipos se adapten a nosotros. Él crea algo diferente para ti así los rivales no se acostumbran a nuestro juego y se les haga difícil defendernos", afirmó Bernardo Silva. El entrenador catalán, quien ya más de una vez supo reinventarse, volvió a patear el tablero en Manchester City y formó el que para muchos es el mejor equipo de su carrera. El equipo que formó con la paciencia del escultor y el genio del artista.
Ya con la Premier League en el bolsillo, los Citizens enfrentarán a Inter de Italia en la final de la UEFA Champions League, una competencia que le ha sido esquiva al equipos. Esta primera mitad de 2023 trajo consigo un cambio en la estrategia expuesta por Pep Guardiola, quien, una vez más, logró acomodar sus fichas y formar un equipo demoledor que no da lugar a dudas.
Es imposible negar que Manchester City cuenta con el plantel más rico de Inglaterra y, posiblemente, del mundo. Su cantidad de variantes tanto en la formación titular como en el banco de suplentes hace que la baraja de oportunidades para lastimar al rival de turno sean innumerables. Sumado a esto, el cerebro del equipo nunca se siente satisfecho. Es que a Pep Guardiola no le basta con lograr tres Premier League consecutivas ni ser el mejor equipo en su país, quiere el oro, la gloria y el prestigio. Eso que, aún habiéndolo ganado con todo lo que consiguió en su carrera, nunca le es suficiente. Para volver a sentirse en los laureles del fútbol, el DT sabe que en Estambul ante Inter, su equipo tiene que dar la última masterclass del 2022-23 y ponerle broche de oro al asunto. Y es que cuando enumerás todo estos aspectos positivos, es difícil creer que durante la primera parte de la competencia del año este equipo no estuvo demasiado aceitado.
Así se formó el equipo que va por la gloria europea
La gran incorporación de esta temporada fue la de Erling Haaland, el delantero que llegó desde Borussia Dortmund con una hoja de vida descomunal a sus 22 años. Goles, goles y goles. Potencia, creatividad en la definición y su oportunismo fueron algunas de sus características que lo convirtieron en uno de los nombres mas codiciados del mercado. El pasado de su padre en el equipo terminó por inclinar la balanza y tomó la decisión de llegar a los Citizens. En los papeles (y en lo que creíamos todos los que observamos al City a lo largo de la temporada pasada), era la pieza final. El último trozo de rompecabezas que iba a dejar ver la figura completa y sin espacios en blanco. El futbolista en punta destinado a ser el 'hombre-gol' del equipo. Y no tardó en demostrarlo.
Con la llegada del Androide, Pep empezó a frotarse las manos. Imaginar un medio-frente de ataque con nombres como Bernardo Silva, De Bruyne, Grealish, Gundogan y Haaland ya era una tentación. Un sueño hecho realidad en la mente del estratega, que encontró la manera ideal de unificar todas estas capacidad individuales y convertirlas en un equipo arrollador. La clave fue por momentos apostar a jugar con más defensores de lo usual, algo que Guardiola considera que no implica ser defensivo, puesto que la mentalidad del City "siempre fue la de ser agresivos desde el día uno". Si se consideraba que con Busquets-Xavi-Iniesta perder el balón era imposible, Pep sumó un nuevo eslabón a su sistema de juego para volver a dominar y destruir a sus rivales desde la posesión y juego vertical cuando era necesario.
El apellido que llegó para modificar este esquema y que se revitalizó en esta primera mitad de 2023 fue el de John Stones. Un jugador que dedicó su carrera a jugar como central pero Guardiola lo convenció y reinventó su puesto en cancha. Así como logró ubicar a Lionel Messi como 'falso 9' en Barcelona, el entrenador optó por sacar de su zona de confort al inglés para sumar más gente en el medio. "Es una posición tan única como mediocampista central, tener visión y estar consciente del espacio. He tenido que aprender y adaptar mis habilidades personales. He disfrutado mucho aprendiendo las posiciones para recibir el balón. La forma del cuerpo y el tiempo es tan específico", detallaba el propio Stones acerca de este notorio cambio. No es la primera vez que Guardiola intenta con esta táctica, pero sí fue la primera ocasión en la que mantuvo durante varios partidos la idea. Ya sin la presencia de Cancelo, que era un lateral más de profunidad (que por momentos también mantuvo juego interno en su esquema), Pep reacomodó las fichas para su equipo.
Este adelantamiento de Stones a la línea de mediocampo abre espacio para lo que medios especializados en deporte como The Athletic o La Media Inglesa denominan 'three-box-three'. Tres defensores, cuatro mediocampistas en forma de caja y tres hombres en punta que se convierte en 4-4-2 en momentos defensivos. En los últimos partidos de esta temporada, los más determinantes para el equipo, la línea defensiva salió con Akanji (Aké), Días y Walker. El doble pivote delante de Días lo formó Rodri junto a Stones en su nuevo rol. La caja central terminó de conformarse con las presencias de Kevin De Bruyne e Ilkay Gundogan. Para que esta estrategia funcione, también se requirió dos hombres bien abiertos que evitaran más congestión en zona central. Tarea para Jack Grealish (de maravillosa segunda mitad de temporada) y Bernardo Silva. El puesto de hombre en punta fue un pleno para Erling Haaland. Este tipo de formación también permitía que jugadores como Julián Álvarez no necesariamente ocupe el rol de centrodelantero sino que conforme uno de los vértices del 'box' dedicado a ponerse detrás del '9' para asistir o llegar de cara al gol. Otro aspecto importante a remarcar es que toda esta idea no podría llevarse a cabo sin la capacidad de juego que tiene el arquero Ederson. Criticado por su falta de determinación a la hora de tapar, hay que darle la derecha en cuestiones técnicas con el juego de pies, que llega a niveles de permitirle ser un central más y acoplarse a la salida, algo que en el fútbol actual suele ser muy requerido en los arqueros.
Fue justamente con este esquema de 'three-box-three' que Manchester City logró demoler a Liverpool en Premier League con un contundente 4-1. Esta actuación le valió al equipo un calificativo inmejorable por parte de Guardiola, que sentenció que para él ese fue un "juego perfecto" y que, a su vez, "posiblemente la mejor performance del equipo en sus siete años allí".
Con este esquema, lo que busca el City es perforar al rival por mediocentro. Generar superioridad desde la posición del 'box' formado por los cuatro volantes y encontrar esos pequeños pasillos que se forman también ante la atención del rival a los dos extremos que se encuentran abiertos en forma de amenaza. De hecho, según un informe de The Athletic, el mayor porcentaje de situaciones creadas por el equipo en esta Premier surgieron desde el mediocentro y los lados del mediocentro, posición ocupada tanto por De Bruyne como por Gundogan, uno de los volantes que más anotó en el tramo final de esta temporada. El posicionarse entre los futbolistas rivales esperando ese ansiado pase vertical para romper líneas es una de las tareas de los hombres en zona ofensiva, que rotan y se mueven en esos sectores donde se lastima al adversario.
Ya sin Messi como su as de espadas en materia ofensiva, Pep distribuyó las cargas goleadoras. Haaland posee un imán con el balón. Sus 36 goles en Premier con récord incluido hablan por sí solos. Sin embargo, el noruego comparte una característica similar con el '10' argentino, flamante campeón del mundo: genera la mirada continua por parte de la defensa rival. Es tanta la atención que le ponen que, generalmente, casi sin tocar la pelota permite generar espacios para la llegada de los volantes. De Bruyne y Gundogan no desperdician la oportunidad. Bernardo tampoco. Grealish sumó una faceta mucho más importante en el equipo tras regresar de Qatar, dejando atrás esa tímida versión que se había visto y generó críticas.
Y aquí entra la duda para el rival: ¿a quién marcamos? Stones domina en mediocampo, Rodri aprovecha para subir unos metros acompañado de Gundogan y De Bruyne. Más abiertos aún aguardan Grealish y Bernardo para entrar en juego. En el centro del área, Haaland se agazapa para pescar el primer balón que pase por delante para mandarlo al fondo del arco. Las opciones de pase se multiplican y donde parecería no haber espacio, se abre la grieta.
Esta estrategia también le permite al City presionar bien alto y respaldar la famosa frase de Guardiola: "Corremos para recuperar el balón, no corremos por correr. No presionamos por presionar. Creemos que si recuperamos el balón presionando arriba estamos cerca de conseguir gol". Y es que con estos jugadores en campo, tiene en puerta la facilidad de salir a presionar con cuatro hombres bien arriba e impedir triangulaciones en la salida. Es riesgoso, claro, pero Pep está dispuesto a asumirlos en pos de mantener a un equipo cerca del gol y de una victoria más en su palmarés.
En su búsqueda, Pep respalda su filosofía de juego. El de juntar pases y pases, el pase extra que facilita las cosas. La presión que asfixia y deja cerca del gol a su equipo. La simpleza de encontrar al compañero libre y no forzar situaciones. No fue un camino fácil de transitar y en el medio tuvo que afrontar contextos negativos, como quedar a una buena diferencia de Arsenal en la tabla. Sin embargo, Pep está dispuesto a ajustarse, a seguir innovando y buscar la mejor forma de adaptar sus jugadores a la idea que tiene en mente, a la que lo llevó al éxito en todos estos años y la que querrá implementar para no dejar escapar la Champions League ante Inter en Estambul.