Con gran remontada en Stamford Bridge, el Barcelona eliminó al Chelsea y vuelve a la final de la Champions Femenil para defender su título.
BARCELONA -- Al Barcelona nada le detiene, tras convertirse en el primer equipo de la historia en la Champions Femenil capaz de remontar una semifinal como visitante gracias a un 0-2 ante Chelsea, por lo que defenderá en San Mamés (Bilbao) la corona que conquistó la pasada temporada en Eindhoven.
Bajo el liderazgo de una Aitana Bonmatí clave (marcó un gol y provocó el penalti del otro), el Barcelona de Jonatan Giráldez venció en Stamford Bridge al Chelsea por 0-2 y ya espera rival en la final del 25 de mayo.
Fue, este que jugó en Londres, un Barcelona mucho más reconocible que el decepcionante de Montjuïc. Pero, a pesar de la derrota, también se vio a un Chelsea con más juego y peligro que en la ida. El dominio fue de las campeonas pero se encontraron con unas rivales, a pesar de su ventaja inicial en el marcador, menos conservadoras que en la ida.
Al equipo inglés se le ha convertido el Barcelona en su peor pesadilla. Le ganó la final de 2021 y la eliminó en semifinales por segunda vez consecutiva en este 2024, en un partido de vuelta que comenzó a ponerse cara poco antes de la media hora, en un remate cruzado y sorprendente de Aitana Bonmatí que rebotó fatalmente para el Chelsea en la pierna de Kadeisha Buchanan, la otra protagonista de la tarde, para despistar a la meta local.
El 0-1 debía suponer un alivio pero le provocó, por contra, un sofoco al Barça, que pasó diez minutos fatales en los que un fuera de lugar anuló el remate al travesaño de Melanie Leupolz, Cata Coll salvó un disparo envenenado de Catarina Macario y la lentitud en la combinación dentro del área evitó que el error garrafal de Irene Paredes en una cesión acabara en gol.
Sufrió contra toda lógica y agradeció la llegada del descanso, tiempo durante el cual Giráldez, ágil en su lectura del partido, retocó posiciones para devolver la confianza, y el dominio, al Barcelona.
Las claves de la eliminagtoria se descifraron en dos minutos: en el 57 Sjoeke Nüsken estrelló un remate raso y cruzado en el palo, y en el 59 la central Buchanan vio la segunda tarjeta amarilla, siendo expulsada, dejando al Chelsea con una jugadora menos y dando paso a un partido distinto.
Si la entrenadora local respondió sacando a una delantera (Macario) para dar entrada a una defensa (Guro Reiten), Giráldez respondió con ambición, dando paso a Mariona Caldentey en lugar de Ona Batlle, un cambio muy ofensivo y que convirtió al Barça otra vez en dominador...
Hasta que Jess Carter empujó a Aitana cuando corría hacia la portería por el lado derecho del área y el penalti, discutido por las locales pero claro al ser visionado y repetido, lo transformó Fridolina Rolfo para consumar la remontada, un 0-2 que le daba el pase a la final.
De ahí a la conclusión quiso pero no pudo el Chelsea, a pesar del ánimo y empuje de una hinchada que se volcó con las suyas, y mantuvo el temple, el juego y la calma un Barcelona que pudo incluso aumentar su renta.
No le hizo falta, a pesar del gol fallado por Paralluelo, y sentenció su pase a la final con tanta elegancia como justicia y solvencia.
En camino de la temporada perfecta, el Barcelona femenino, que puede ganar la Liga en dos jornadas, ya está en la final de la Copa de la Reina, que jugará el 18 de mayo frente a la Real Sociedad, y en otra final de la Champions, esperando rival que saldrá entre el Olympique Lyon o el PSG que jugarán el domingo en París con mínima ventaja para las lionesas (3-2).