El Paris Saint-Germain sumó una nueva frustración en la Champions League, al caer ante Borussia Dortmund, por las semifinales. El principal motivo de su eliminación recae en su inefectividad a lo largo de toda la serie.
El conjunto parisino llegaba a este partido como el equipo más goleador de la temporada entre los semifinalistas, pero no pudo vencer la resistencia alemana, que defendió con uñas y dientes la ventaja de la ida.
Tras un primer tiempo discreto y sin generar peligro, los locales iniciaron el segundo tiempo con otra actitud, más apoyada en la obligación, que en el buen juego.
A los dos minutos del complemento Zaire-Emery tuvo el primero del PSG, pero el palo le negó el tanto. Este sería el primero de varios postes que ahogaron el grito de los parisinos.
Para colmo, unos minutos después llegó el gol visitante. Mats Hummels ganó de cabeza en el área y marcó el 1-0. Esto hizo elevar la desesperación local, que salió con todo a buscar el gol.
A los 60, Nuno Mendes remató con mucha potencia desde fuera del área y nuevamente fue el mismo poste el que salvó al Dortmund.
El conjunto visitante se refugió aún más en su lado y la línea defensiva de 11 hombres por momentos no superaba su tercio del campo.
Con el correr de los minutos la presión se hizo cada vez más incesante y el Dortmund contó con un par de defensores extra. El travesaño y una tapada enorme de Kobel evitaron el gol de Kylian Mbappé, a los 86.
Un minuto después, Vitinha reventó el travesaño con un remate furibundo que dejó al arquero posando como una estatua, pero frustrando una vez más el intento francés.
El París Saint-Germain remató en total 30 veces al arco, siendo solo 5 de ellos efectivos a la portería, reflejando la ineficacia del equipo de Luis Enrique, que pagó muy caro la mala fortuna y la toma de decisiones en el área.