Andriy Lunin jugó todo el certamen, pero en la final Ancelotti decidió poner al portero belga
El portero belga del Real Madrid, Thibaut Courtois, disputó su primer partido de la temporada en la Champions League en la final, protagonista con sus paradas de nuevo el día decisivo, frenando al Borussia Dortmund en la primera mitad, tras "un año muy largo y difícil" en el que superó dos lesiones de rodilla.
"Ha sido un año muy largo y difícil pero agradezco mucho el apoyo del vestuario, de mis compañeros, del cuerpo médico, de los técnicos y aficionados. Estoy muy feliz. He podido terminar la temporada de esta forma, con cinco porterías a cero. Ha sido muy bonito", valoró en Movistar+.
"Yo estaba tranquilo, al final el míster sabe lo que tiene conmigo. Creo que Andriy (Lunin) ha jugado un gran año y tenemos que darle las gracias pero yo sabía que estaba bien. Los partidos que jugaba me sentía bien y en los entrenamientos estaba a un nivel muy alto. Es el míster el que tiene que decidir, si no hubiese estado enfermo (Lunin), qué hubiera pasado; pero yo he sentido su confianza", añadió.
En su análisis del partido, Courtois resaltó los ajustes tácticos realizados por Ancelotti en el descanso para cambiar el rumbo del partido.
"En la primera parte no hemos hecho nuestro juego, no hemos hecho lo que nos pidió el míster. Tenían mucho espacio, no hemos presionado bien. En el descanso ha dicho que pasábamos a un 4-3-3, cerramos más en el medio y hemos controlado mejor el partido. Nos hemos salvado la primera parte, que pudimos ir perdiendo 2-0, y al final hemos conseguido meter", analizó.