España derrotó este viernes a Dinamarca por 2-1 con suspenso en el final y, así, conquistó el Grupo A4 de la UEFA Nations League.
Ayoze Pérez, que dio la asistencia en la apertura del marcador y luego anotó el 2-0 parcial, fue la figura del encuentro, que parecía destinado a terminar con un holgado triunfo de La Furia Roja pero finalizó lleno de suspenso.
Lo único que le costó a España a lo largo del encuentro fue la definición, porque lo respectivo a la elaboración de juego fue superlativo. Un mediocampo que fue preciso en velocidad -tal vez el mayor desafío que tenga el fútbol actual- sometió a Dinamarca.
Sin embargo, ese vistoso dominio no se vio reflejado en el tanteador en la medida que lo merecía. A pesar de que el 1-0 llegó temprano, a los 14 minutos y luego de una grave falla de Jannik Vestergaard en la salida -muy cerca del área propia- que España no perdonó. Puso enseguida a Pérez con el dominio sobre la derecha y el hombre de Villarreal devolvió enseguida hacia el centro del área, donde Mikel Oyarzabal controló y definió con sutileza.
Todo indicaba que, una vez abierto el arco, el conjunto dirigido por Luis de la Fuente se haría un festín.
No pudo.
Porque siguió dominando al rival, que se debió resignar solamente a la búsqueda de algún contraataque, pero no pudo traducir eso en situaciones de real peligro.
Se fue el primer tiempo y empezó el segundo, pero España no podía rematar la cuestión.
Hasta que, a los 12 minutos de la segunda parte, volvió a aparecer Pérez. Los roles se invirtieron, y ahora fue él quien recibió una gran asistencia. ¿El autor? Dani Olmos.
El de Villarreal entró al área corriendo de derecha a izquierda y, ante la salida del arquero, definió cruzado para festejar el 2-0.
Otra vez parecia todo encausado. Pero el fútbol es el deporte más popular del mundo, entre otras cosas, por ser muy impredecible.
Llegó otro error infantil en la salida pero esta vez fue de la Furia Roja, que terminó dando un pase incómodo al arquero David Raya y este no pudo evitar la embestida de Gustav Isaksen, que puso el 2-1 casi llevándose la pelota por delante en la presión.
Si algún espectador estaba aburrido, en ese momento se paró del asiento y ya no se volvió a sentar hasta el pitazo final.
Porque los daneses, a puro ímpetu, fueron con todo en búsqueda del empate. Lo tuvieron cerca en un par de oportunidades pero el gran momento de España pudo más.