VARSOVIA -- El entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane reconoció que el choque ante el Legia, que acabó 3-3, fue "un partido raro y complicado", donde a sus jugadores les faltó "un poco de todo, un poco de intensidad, de movimiento, motivación y ganas".
En rueda de prensa al finalizar el partido, Zidane explicó que su equipo arranco con intensidad, aunque tras el primer gol del Legia los polacos "se metieron en el partido" y consiguieron darle la vuelta a la ventaja de dos goles del Madrid.
"Esto no es una excusa, sabíamos antes del partido que jugábamos sin público y que debíamos estar concentrados, y así lo hicimos al arranque pero no mantuvimos la tensión durante los 90 minutos", admitió el técnico blanco.
"Empezamos muy bien, pero si no mantienes la intensidad necesaria para seguir jugando bien, es complicado, y después del segundo gol bajamos la intensidad, aún así estoy contento con el papel de la defensa", añadió.
La estrategia desplegada hoy por el Madrid, un 4-4-2 con Morata y Benzema arriba, algo que ya hizo el equipo blanco en pretemporada, "nos ha salido bien en la primera parte, pero luego todo ha sido un poco complicado, el partido ha sido raro", dijo el técnico merengue.
Para Zidane "no es preocupante" el hecho de que el Madrid haya encajado goles en todos los últimos partidos, aunque sí es una señal de que "hay que seguir trabajando y mejorando", aunque no hay que olvidar que "si no juegas con la intensidad necesaria pasan estas cosas, así es el fútbol".