El Sevilla, tras ganar 1-2 al Manchester United y eliminar al equipo inglés de los octavos de la Liga de Campeones, ha hecho historia al clasificarse por segunda vez desde su fundación en 1890, sesenta años después de la primera, para los cuartos de final de la máxima competición europea.
En la temporada 1957-58, el Sevilla debutó en el torneo aún denominado Copa de Europa gracias a su segundo puesto en la Liga anterior, que otorgaba una plaza extra a España al haber ganado el título nacional el Real Madrid, entonces campeón continental, y fueron precisamente los madridistas los verdugos del cuadro andaluz.
Después de eliminar al Benfica portugués y al AGF danés, el equipo dirigido por Diego Villalonga perdió en la ida toda opción de meterse en semifinales, al caer por 8-0 (cuatro goles de Di Stéfano, dos de Kopa y uno de Gento y Marsal).
Este resultado convirtió en un trámite el encuentro de vuelta, que finalizó con empate a dos: Payá y Pauet hicieron los tantos locales y Chus Pereda marcó los dos visitantes.
Desde entonces, el Sevilla acumulaba tres fracasos en los octavos de final de esta competición, ya bajo el formato actual de Liga de Campeones: en 2008 cayó ante el Fenerbahçe turco; dos años más tarde lo eliminó el CSKA de Moscú; y la temporada pasada fue apeado por el Leicester City inglés.
En el presente siglo, la presencia del Sevilla en unos cuartos de final de un torneo europeo es sinónimo de título, ya que los sevillistas ganaron la Liga Europa -las dos primeras veces con la denominación de Copa UEFA- en las cinco ediciones en la que disputaron su antepenúltima ronda: 2006, 2007, 2014, 2015 y 2016.