Ter Stegen. Firme. Respondió de forma excelente a un remate de Marcos con 2-0 en el marcador que habría podido devolver al Chelsea a la eliminatoria. Atento y ágil evitó algún susto.
Sergi Roberto. Sufridor. Lo pasó mal con las llegadas de Marcos Alonso por su banda. Serio y atento no subió con la alegría de otros partidos.
Piqué. Duro. Para la discusión quedará si cometió o no penalti a Marcos, pero más allá de esa jugada en concreto se mantuvo sereno en el centro de la defensa, convirtiendo a Giroud en un espectador.
Umtiti. Rápido. Sin parecerlo, el francés tiene una capacidad de reacción soberbia y lo mostró al corte, al repliegue y en la colocación. Salvó una jugada de gol en la primera mitad.
Jordi Alba. Concentrado. Valverde debió avisarle, como a Sergi Roberto, del peligro del Chelsea en las subidas por banda y aunque se le vio más en ataque no lo hizo con la alegría de otras veces, mostrando una gran concentración.
Busquets. Lesionado. Calmado y tranquilo, sacó el balón con solvencia en la combinación, sin complicaciones y mostrando buen tino hasta que se marchó lesionado.
Rakitic. Pulmón. No se le vio demasiado, pero sí se le apreció muchísimo. Trabajo infatigable, se peleó en el centro del campo con quien fue menester y ayudó tanto en labores de contención como en desdoble ofensivo.
Iniesta. Necesario. Se recuperó milagrosamente porque tenía que estar presente en un partido de esta índole y fue el socio necesario e indiscutible del 10. Se marchó, ya en la segunda mitad, con la eliminatoria sentenciada.
Dembélé. Explosivo. Valverde parece haber encontrado el momento exacto para darle protagonismo y el francés lo ha aprovechado con solvencia. Marcó su primer gol en azulgrana y corrió como una gacela incluso en defensa, salvando un remate de gol. Fenomenal hasta su cambio.
Suárez. Desafortunado. El uruguayo sigue sin marcar en Champions y da la sensación de urgencia mal entendida. Peleó, se desmarcó y remató sin suerte. Y protestó.
Paulinho. Acompañante. Entró por Iniesta para dar firmeza al mediocampo. Trabajó como el primero, acompañó sin destacar.
André Gomes. Ovacionado. Sustituyó al lesionado Busquets y fue recibido con una ovación por parte de la hinchada que le dio bríos. Posiblemente cuajó sus mejores minutos en muchos meses.
Aleix Vidal. Refrescante. Ocupó el lugar de Dembélé para mantener la presión y velocidad en la banda.
Messi. Total. Aquí se podría escribir cualquier cosa y decir cualquier cosa, pero esta noche, daría la sensación de ser poca para referirse al ‘10’. Marcó dos goles y asistió en otro completando otro partido para el recuerdo.