Hay equipos que sí asumen su responsabilidad y tratan de encontrar una ruta inmediata para impedir el Tetracampeonato del América
LOS ÁNGELES -- Entre suspicacias y sospechas, entre perspicacias y peripecias, pero no existió el efecto dominó tras el Tricampeonato del América.
Más allá de la habitual histeria de sus detractores para encolumnarse en el fallido intento de desacreditar los títulos del América, la realidad es que la mayoría de los restantes 17 equipos eligieron –nuevamente–, el camino de la contemplación y la rendición anticipada.
Hay, sin embargo, algunos que entendieron el mensaje involuntario, el latigazo humillante, ése, el de ver la forma recalcitrante en que el #ÓdiameMás se consolida como una doctrina dominante en el futbol mexicano, sin soslayar –obviamente– las perniciosas decisiones, entre la sospecha y la estulticia, del Gato Volador Ortiz y de Aguilaí Escobedo, más algunas “Varbaridades” del VAR.
Hay, pues, algunos equipos que sí asumen su responsabilidad. Que lejos de la complicidad pasiva de la víctima, tratan de encontrar una ruta inmediata, ya sea con tretas o sin tretas, para impedir el Tetracampeonato.
El Clausura 2025 se jugará en dos coliseos: en el trámite natural de la Liga MX y en la obsesiva cacería del América. Mancillar eventualmente el Tricampeonato no deja puntos extra, ni entrega trofeos, pero deja una guirnalda chapucera, efímera y mediocre para quien lo consiga.
1.- CRUZ AZUL
La Máquina pasó rápidamente del fracaso a la sanación. Tras el período frustrante de la engañosa autoexpiación, pasó a la catarsis urgente de la autocrítica. Comenzó desnudando sus errores. Uno a uno; desde los pecados veniales hasta los capitales. Desde la falta de espíritu competitivo de algunos jugadores en los momentos más cruentos de la Semifinal, hasta las fichas mal acomodadas de Martín Anselmi, quien cargó bastante tarea para las vacaciones.
Pero, evolucionó. Tras el velatorio obligado en la negación de no querer llamar fracaso, a lo que, por definición, sólo puede llamarse fracaso. Su primera apuesta fue en el mercado interno, en una lucha sorda y necia con Chivas, para llevar a Jesús Chiquete Orozco. El jugador ya desertó del Rebaño, aunque su contrato siga en el bolsillo de Amaury Vergara, quien quiere 11 millones de dólares y no 11 millones de costales de cemento.
La Máquina ha tenido dos pilares que se han desmoronado en momentos clave: Gonzalo Piovi y Rodolfo Rotondi. Éste último, victimizado injusta y cruelmente por la afición, tiene ofertas poco sólidas, según rumores, pero para ejercerle presión o fortalecerlo, llega Omar Campos, ex Santos y ahora procedente del LAFC.
Cruz Azul trata de retener el plantel. Y la salida de Gonzalo Piovi a Boca Juniors parecería más una triquiñuela del promotor que una oferta puntual. Boca no tiene 8 millones de dólares para ofrecer, ni vendiendo los aires acondicionados con los que se fugó Fernando Gago.
Cruz Azul abre el Clausura 2025 recibiendo al Atlas.
2.- TOLUCA
Un auténtico demonio se apodera de El Infierno. En todos sentidos. Por la gante mala que le administra, pero también porque Antonio Mohamed ofrece resultados inmediatos, aunque después sólo deja caos. Es capaz de transformar tierra fértil en un páramo. Pero, así como levanta trofeos, deja cadáveres.
La novedad sería Héctor Herrera, quien le llenó el buche de piedritas al Houston Dynamo FC, y decidió rescindirle contrato, y ni siquiera fue llevado al draft de la MLS. Y en Toluca no estaban convencidos de pagarle los 4.8 millones de dólares que recibía en Houston, aunque al final habrían ajustado cifras con base en su rendimiento y este jueves realiza exámenes médicos.
Hasta el momento, le han atado las manos a los promotores de cabecera del Turco. Infestado de rumores sobre contrataciones extranjeras, ha sumado dos mexicanos: El Pollo Briseño, ya convertido en un costoso y tóxico elemento en Chivas, pero que, vale anticiparlo, va a hacer más goles en Toluca que los delanteros del Guadalajara. Le agregan a Diego Barbosa, un defensor que asomó en el extrañísimo fenómeno del Atlas campeón, pero no se ha consolidado, y a los 28 años se sube a su último tren.
En tanto, hay dos carteras abiertas: la de los directivos de Toluca y la de los promotores del Turco, quien por otra parte ya observa a un grupo de diantres, esos diablitos juveniles del club.
Su primera incursión en el Clausura 2025 será visitando a Tijuana.
3.- MONTERREY
Se quedó en la orilla. Y de nuevo, regurgitado por la garganta lujosa y maldita de su exuberante estadio. Rayados acumula deudas con su gente y asume el compromiso. Especialmente porque se murió a ratitos de nada y a ratitos de tan poco. América hizo lo necesario para dominarlo, porque los actos subversivos de resucitación que intentó Monterrey, no pasaron de ser patadas de ahogado.
Tras otrora ostentosas contrataciones, de momento sigue al acecho, y sólo ha anunciado al veterano Hueso Reyes, tras desacato salarial con Atlas, y el regreso del Plátano Alvarado, tras poco exitoso pasaje con el León.
Pero de Rayados puede esperarse todo. Desde sorpresas agradables como Lucas Ocampos, hasta desastres como el Tecatito Corona. Sin embargo, para el plantel más caro y más costoso del futbol mexicano, la legión extranjera formada por Ocampos, Sergio Canales, Óliver Torres, Germán Berterame, y el Corchito Rodríguez, ya llega a su cita crítica de rendimiento.
Por lo pronto el director deportivo, Tato Noriega estableció hace días en conferencia de prensa, que seguirán buscando cubrir puestos que considera frágiles el técnico Martín Demichelis.
Seguirá, pues, con Cruz Azul y Toluca, en la lista de favoritos para impedir que el Tri del América se convierta en Tetra. Abre recibiendo al Puebla.
4.- TIGRES
Algunas garras por otras garras. Con Monterrey asomándose a la Final, calendarizado para el Mundial de Clubes, Tigres asume la responsabilidad de un torneo decepcionante. Pero vive su propia crisis de control interno. En redes sociales, parte de la afición cree que llegó el momento de relevo para los, alguna vez, consagrados. Las piernas de Guido Pizarro y Rafa Carioca están en nuevo reciclaje, y André Pierre-Gignac es intocable. Samir Caetano se niega a salir a Brasil, mientras que Fernando Gorriarán y Juan Brunetta no alcanzan ni remotamente el nivel que mostraron con Santos.
Respaldando a Veljko Paunovic después de la humillación ante San Luis en Liguilla, Tigres anda de cacería. Tan humillante es la consistencia competitiva de Rayados como el empoderamiento del Tricampeón América. Nombres sobran en la baraja de los rumores felinos, y van desde una fuerte apuesta por el portugués André Silva (RB Leipzig), hasta la “repatriación” de Santiago Colombatto (Real Oviedo). La llegada del ecuatoriano Alan Franco se tambalea por lío entre promotores y ambición exagerada del Mineiro.
Pero, al menos, Tigres se mueve, entendiendo sus compromisos, pero sin golpes de autoridad como otros aspirantes a zancadillear al América. Para su infortunio, abre en casa de su Némesis, el San Luis.
5.- GUADALAJARA
¿Qué hace Chivas en esta lista? Al menos, respinga. Tras los fallidos procesos con Paunovic y Gago, con el abandono de Fernando Hierro, y quedando en manos inexpertas, guiadas por la desesperación e improvisación, elige otro rumbo.
El Rebaño –ya no más Sagrado–, es el principal zangoloteado y castigado por el momento boyante del América. Relegado en títulos, maltratado en los Clásicos, ninguneado en Liguillas, más allá de la chiripa del subcampeonato ante Tigres, el Guadalajara no debe permitir que le sigan sobajando desde El Nido.
No hay extravagancias en el Guadalajara. Mientras resuelve la salida de Chiquete Orozco, trata de firmar a Orbelín Pineda, y los rumores emocionan a la afición con el nombre de Luis Chávez, quien seguramente sería una nueva versión del Pocho Guzmán, quien se pierde el torneo por la lesión en el quinto metatarsiano.
A la llegada de Micki Tapias, Chivas le agrega un supuesto interés por Brandon Vázquez, quien fue dejado en libertad por Rayados, y quien se sumaría al ataque con Ricardo Marín, Cade Cowell, y a la espera del estado de salud de Javier Hernández.
Por lo demás, Óscar García, presentado pomposamente como formador de talentos y amante del futbol vistoso y de vértigo, tratará de encontrar en los sobresalientes del Tapatío, campeón de la Liga de Expansión, respuestas sorprendentes.
Pero, sin duda, hoy, Chivas no representa amenaza alguna para el América y sus pretensiones de –con tretas o sin tretas– ser Tetracampeón.
Y después aparecen los que se mueven por espasmos de inanición, con estertores desde su tumba, pero con pocas esperanzas de sabotear las pretensiones de Coapa, y ahí ingresan los otros 14, más allá de una eventual sorpresa de los Xolos de Tijuana, los Pumas, o Pachuca con su flamante Kennedy, y hasta otra rescatable temporada del San Luis.
¿El resto? Los equipos tóxicos de una Liga de alta toxicidad, especialmente los clubes de los Multipropietarios: Atlas, Santos, Mazatlán, Puebla, Querétaro, León, y agregue por supuesto a Juárez.
Así, realmente, América y su evangelio del Tricampeonato resultó tan fallido como apócrifo. Apenas unos cuantos equipos entendieron el desafío, el mensaje, la burla y la bofetada de aspirar a ser verdaderos sinodales para evitar ese eventual Tetracampeonato.
Marcada pues la ruta del Clausura 2025: se jugará en dos coliseos: en el trámite natural de la Liga MX y en la obsesiva cacería del América.