El defensivo se ha recuperado física y mentalmente de dos lesiones y tiene a la NFL como su meta
Héctor González, liniero defensivo de 1.98 y 113 kilos oriundo de Monterrey, Nuevo León, se comprometió con Eastern Michigan escuela de la FBS División I del futbol americano colegial en Estados Unidos, universidad que no solo fue el alma mater de Maxx Crosby, uno de los linieros defensivos más prominentes de los últimos años en la NFL, también que el campo también lleva su nombre.
“Me inspiro mucho de Max Crosby, es mi jugador favorito ya que, no es el más rápido, cómo Nick Bosa que puede correr de tal manera que si parpadeas ya no está, no es como Myles Garrett que te puede empujar para atrás como si nada, sino que es muy técnico y tiene mucho motor, nunca se rinde, nunca para en la jugada”. Nos contó en entrevista para ESPN.
Héctor se mostró entusiasmado de aprender de Ben Needham, coordinador defensivo de los Eagles, que durante el tiempo de Crosby en Eastern Michigan era el entrenador de la línea defensiva: “Saber que, si estoy en práctica y me dice algo, ese coach, es lo mismo que le dijo a Max Crosby, es muy importante”.
Si bien Héctor es un recluta de tres estrellas en la posición de liniero defensivo, su proceso no ha sido fácil, cuándo recién llegó a la preparatoria Rabun Gap-Nacoochee, pensaron que era el próximo pateador del equipo, por su figura alta y delgada además de venir de México. El joven regiomontano además tuvo que superar dos rupturas de ligamento en ambas rodillas.
“Empecé como banca en ala defensiva, y poco a poco me fui ganando mi lugar. Fui titular mi primer año, después, me rompí mi ligamento cruzado izquierdo. Era la primera lesión grande que había tenido, Y pues sí que caí en un hoyo porque los deportes habían sido toda mi vida”.
Héctor González cuenta que en ese momento el apoyo de su familia y compañeros de equipo así como sus creencias religiosas, le ayudaron a salir adelante, después de jugar una temporada más, enfrentó la misma lesión en la otra rodilla, sin embargo la experiencia previa le ayudó a enfrentar esta situación de una manera diferente.
“Ahí fue una de las que en verdad cambió mentalidad en el americano, porque uno de mis doctores que me estaban ayudando a rehabilitar me dijo de broma, - ‘si yo hubiera pasado por eso dos veces, ya hubiera dejado los deportes’. Eso nunca se me viene a la mente, siento un amor para el americano que es algo muy grande, comparado a cualquier otro deporte que he hecho. Entonces saber que unos que tenían mi lugar muchos se hubieran rendido y que a mí no se me venga a la mente; sabía que esta pasión que le tengo al americano no es como otros”
En unos meses más Héctor podrá cumplir su principal objetivo de jugar en División I de la NCAA, después del sacrificio que significó dejar su hogar a los 15 años, para llegar a un internado que recibe cientos de alumnos internacionales. Sin embargo, el liniero regio aspira aún más alto y tiene cómo una de sus metas finales, él llegar a la NFL.
“Entonces ese es mi gran plan, el poder representar a México en ese gran espectáculo que es la NFL y tener la bandera alrededor de mí. enseñar que si somos más que puros pateadores, como nos ven”.