Juan Guillermo Cuadrado fue figura y alimentó la esperanza de clasificación de Juventus, que se quedó afuera en el tiempo extra en octavos de final de la UEFA Champions League. Hizo daño al Porto con sus centros desde la derecha, pero a Cristiano le faltó precisión.
Fue el jugador más desequilibrante de Juventus. Dueño de la pelota desde la derecha intentó con envíos largos, muchas veces sin destino por el cerrojo que aplicó Porto tras el 0-1 con el penal que anotó Sergio Oliveira a los 18’.
Fue la única vía que encontró el local para empatar entre la urgencia por evitar una nueva eliminación. En el comienzo del segundo tiempo llegó al 1-1 con una jugada por esa vía, que controló Cristiano en el área y sirvió para el gol de Federico Chiesa.
Los centros y cambios de orientación con los que insistió el colombiano encerraron poco a poco al Porto. También se cambió perfil para lanzar la pelota al segundo palo, pero fue en su posición natural que le dio la asistencia a la cabeza de Chiesa para el 2-1.
Cristiano también se vio beneficiado por el rendimiento de Cuadrado. Tuvo el 3-1 con otro de esos centros pero eligió ceder el balón a un costado, antes que rematar directo al arco de Agustín Marchesín.
A los 92’ pisó el área tras dejar en el camino a Luis Díaz e intentó evitar el tiempo extra con un zurdazo que devolvió el travesaño.
Hasta los últimos segundos y entre los nervios, empujó por la clasificación. No alcanzó pese a que se llevó los aplausos de sus compañeros.
Por segunda temporada consecutiva, el campeón italiano se despide del torneo en los octavos de final. En la edición anterior lo eliminó Lyon.