Tuvieron que pasar cinco años para que Colo Colo volviera a tocar el cielo y atrapar así una nueva estrella dentro de su gloriosa historia, esta vez lo hizo como forastero superando a Coquimbo Unido en el Sánchez Rumoroso y festejó así el título de campeón 2022.
Este año fue un gran temporada para los albos en el torneo nacional, ya que dominaron de principio a fin, y con el correr de las fechas, aprovechando los traspiés de Universidad Católica, máximo rival por vencer tras el tetracampeonato que ostentaba, lograron sumar puntos para sacar clara ventaja sobre sus perseguidores.
El camino a la estrella 33 arrancó con un agónico triunfo frente a Everton en el Estadio Monumental. En ese cotejo, el Cacique se impuso por 2-0 con anotaciones de Oroz y Lucero, en los 84 y 89 minutos, respectivamente.
Pese a que fue un comienzo victorioso para el Cacique de Quinteros, la incertidumbre se apoderaría del equipo tras igualar con Deportes La Serena y Audax Italiano, y luego caer por la mínima ante Huachipato en el CAP por la cuarta jornada del torneo.
Así, con cuatro partidos disputados, los albos llegaban al superclásico frente a Universidad de Chile con cinco puntos de doce posibles, en un duelo que dependiendo del resultado podía destrozar anímicamente al Cacique o darle un tanque de oxígeno de cara a los próximos desafíos.
Y Colo Colo en el Monumental no defraudó a sus hinchas. Con una sólida actuación, golearon 4-1 a su archirrival y comenzó el despegue del equipo, que encontró un gran rendimiento colectivo en cancha que se reflejó en resultados.
Victorias ante Deportes Antofagasta, Palestino y Unión La Calera, las dos últimas por goleada (5-0 y 4-0), motivaron aún más al elenco de Macul, que se afianzaba en la parte alta de la tabla con el claro objetivo de alcanzar el título.
En la novena fecha el Cacique tendría su segunda derrota, esta vez frente a Unión Española en el Estadio Santa Laura SEK. Si bien arrancaron ganando, no pudieron aguantar y terminaron derrotados por 2-1 tras las anotaciones de Leandro Gaete.
Pero esto sería sólo un pequeño tropiezo en la gran campaña del equipo. Es más, el cuadro de Pedrero supo levantarse rápido y no sabría de derrotas en el torneo durante cuatro meses, cosechando unidades y escalando cada vez más en la tabla de posiciones.
Primero fue triunfo ante Cobresal en casa, luego una igualdad sobre la hora ante Universidad Católica en San Carlos con anotación de Alexander Oroz, y más tarde victorias frente a Curicó y Coquimbo Unido.
A fines de mayo vendría lo más complejo para el equipo de Gustavo Quinteros: Tres empates consecutivos, ante O'Higgins, Ñublense y Everton, sumado a la eliminación de la CONMEBOL Libertadores y luego de la CONMEBOL Sudamericana, golpeaban fuerte al Cacique que necesitaba despertar y mentalizarse en el título nacional, principal objetivo del club.
Y fue así como el elenco albo comenzó a lavar sus heridas en las próximas jornadas tras festejar seis victorias consecutivas, incluido el superclásico ante la U como forastero, donde abrocharon un 3-1 a favor.
Fue recién el 28 de agosto, trece fechas después de la última derrota, que Colo Colo volvió a caer, esta vez ante Unión La Calera por 2-1 en el Nicolás Chahuán, en un compromiso que el Cacique lo ganaba con gol de Gabriel Costa, pero que en el tramo final Christian Vilches, en los 84 y 96', le entregaría el triunfo al dueño de casa.
Sin embargo, los albos no decayeron y lavaron sus heridas ante Unión Española con una tremenda goleada por 4-0 en el Monumental, partido que se resolvió en la primera fracción cuando el popular sacó una ventaja de 3-0 para ir al descanso.
Ante Cobresal, en el norte del país, continuaron su camino a la estrella 33 tras quedarse con la victoria por 2-0 y llegar en alza al clásico ante Universidad Católica en el Monumental. En ese pleito, no hubo ganadores y firmaron una igualdad sin goles.
De esta manera, llegó la jornada 27°, donde Colo Colo recibió a Curicó Unido, su más cercano perseguidor, y en un Monumental repleto buscaban la victoria para quedarse con el título. Fue un inicio prometedor, ya que Gabriel Costa abrió el marcador mediante lanzamiento penal, pero Diego Coelho, dos minutos más tarde, decretó el definitivo 1-1 que no sirvió para dar la vuelta olímpica con su gente.
Por ello, el cuadro albo tuvo que esperar a la siguiente fecha, viajar a la IV región y enfrentar a Coquimbo Unido, sin público visitante, donde se quedó con el partido por 2-0 con goles de Lucero y Bouzat, y decretó la algarabía alba dentro del plantel que tuvo festejar en cancha, sin copa ni ceremonia, solo con abrazos entre jugadores y cuerpo técnico, pero con el apoyo de lejos de millones de hinchas que no pudieron decir presente.
Así fue el camino del Cacique rumbo al título, con solo tres derrotas en 28 fechas y campeón a falta de dos jornadas. Festejo en soledad, pero con la seguridad de que el pueblo albo siguió minuto a minuto y vibró como siempre lo hace, ayudando a su manera a alcanzar el anhelado título, la estrella 33, una nueva corona que se festeja en grande después de cinco años sin levantar la copa.