Uruguay quedó eliminado de la Copa América en definición por penales ante Colombia en cuartos de final y como era de esperar se escucha y lee de todo un poco.
Entiendo el malestar de la gente por haber perdido, pero me llama la atención la falta de respeto de muchos.
Partamos de la base de que todos somos muy pasionales cuando se trata de la selección nacional, pero debería haber un límite.
Hay cosas inaceptables. Sin dudas que Suárez y Cavani no tuvieron una gran Copa, incluso Suárez estuvo muy lejos de su nivel. Pero faltarles el respeto no hace otra cosa que demostrar que el ser humano, y sobre todo en las redes sociales, es muy mal agradecido y no le importa nada. Y si se es anónimo peor, de esos, hay muchos más de los que pensábamos.
Decir que se tienen que jubilar ambos y poniendo en la misma bolsa a Godín y a Muslera, genera indignación en la gente que reconoce a los dos máximos goleadores de la historia de la selección y a su capitán, que jugó un muy buen partido, y de un arquero que nos salvó muchísimas veces.
Pareciera que hay obligación de ganarle a todos, sin considerar que los rivales también juegan. Y ojo, reconozco que no se jugó bien, que faltó fútbol, que lo mejor estuvo contra Paraguay pero que Uruguay está capacitado para jugar de otra manera, no hay dudas.
Y confío en que el Maestro le encontrará la vuelta como lo ha hecho casi siempre.
Porque ese es otro tema. Cada vez que Uruguay pierde, volvemos con la cantarola de siempre. Que se vaya dicen unos. Que lo echen dicen otros. Volvemos a lo mismo, no sé con qué interés se repite.
Que el equipo no funcionó en ataque es real, pero defensivamente Uruguay recibió sólo dos goles en cinco partidos y si sumamos los dos por Eliminatorias son dos goles en contra en siete juegos. El problema estuvo y está en encontrar los circuitos que nos permitan quedar de cara al gol como nos pasaba antes y que los delanteros estén más finos.
Es que alguien puede dudar en este país de lo que significan aún Suárez y Cavani para nuestro equipo.
Son los máximos goleadores históricos de todo este proceso y seguramente en ellos y el cuerpo técnico, estará encontrar la forma de retornar a aquello. Decir que hay jugadores que fueron a "pasear" es una falta de respeto. En planteles de 26 o 28 jugadores, siempre, siempre habrá alguno que no estará ni en el banco. Creo que podemos compartir que algunos podrían haber entrado en algún momento, más cuando el equipo ya mostraba que algunas variantes le vendrían bien, pero dejar entrever que existió mala intención es demasiado.
Ahora se vienen tres fechas de Eliminatoria muy importantes. Perú de visita y Bolivia y Ecuador como local serán el momento de reencontrar el camino del gol y del buen juego que nos ha hecho estar entre los mejores desde hace largos años.