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Luis Advíncula, del sueño de jugar en Boca a estar a un paso de tocar la gloria en la CONMEBOL Libertadores

Tal cual el respeto, admiración e hinchaje que generan clubes de Europa de la talla del Real Madrid o Barcelona, a nivel sudamericano existe un club que despierta pasión en los peruanos. Es el Boca Juniors, en el que han jugado varios compatriotas y cuyo uno de sus grandes ídolos es Julio Meléndez, un elegante zaguero que jugó en el Xeneize entre 1968 y 1972, consiguió dos ligas argentinas y que generó que La 12, la barra del club azul y oro, le dedique un cántico que rezaba "y ya lo ve, y ya lo ve… es el peruano y su ballet".

El fútbol de Juan Román Riquelme, la corta pero fructífera etapa de Nolberto Solano y la presencia del peruano José 'Chino' Pereda en aquel plantel de Carlos Bianchi que lo ganó todo entre 1998 y 2001 provocó todavía más adhesión en el país por Boca, al punto que no han sido pocos los futbolistas nacionales que han reconocido públicamente su deseo por jugar en Boca como Paolo Guerrero, Christian Cueva, Sergio Peña y ahora último, Piero Quispe.

Sin embargo, no es fácil llegar a Boca, menos para un jugador que milita en Europa y no es argentino. Hay que poner mucho de su parte, y eso hizo Carlos Zambrano para llegar al Xeneize a principios de 2020. Un año y medio después, Luis Advíncula, otro hincha de Boca confeso, le siguió los pasos: dejó el Rayo Vallecano y la oportunidad de volver a jugar en la liga española tras el ascenso de su club para ponerse la camiseta azul y oro.

La llegada de Advíncula a Boca fue toda una novela por un acuerdo que se demoró semanas en cerrarse, pero finalmente el lateral peruano pudo cumplir "su sueño de niño", como aseguró su representante Horacio Rossi mientras se sucedían las negociaciones.

Pese a arrancar con una clasificación en la Copa Argentina eliminado al clásico rival River Plate, la etapa de Advíncula en Boca no ha sido todo color de rosa. Ha alternado buenas con discutidas actuaciones, pero si hay algo que siempre ha demostrado el Rayo es que no se borra en las grandes citas y pone ese extra que le gusta a los hinchas del Xeneize, como en aquellas eliminatorias y en la final de la Copa Argentina 2021, donde Lucho alzó su primer título con el club de La Ribera.

La experiencia, jerarquía y determinación fueron virtudes que supo valorar Jorge Almirón de Advíncula en el arranque de su ciclo en Boca. De hecho, son muchos los hinchas del Xeneize que reconocen que de los pies de Lucho, precisamente del izquierdo, arrancó la remontada para soñar con la ansiada Séptima.

Y es que Boca caía 1-0 ante Deportivo Pereira en La Bombonera, por la segunda fecha del Grupo F, hasta que a los 89' el Rayo se atrevió a pegarle desde fuera del área con su pie menos hábil y anotar un golazo para el 1-1 parcial. Diez minutos después, Alan Varela completaría la remontada con un soberbio cabezazo para darle un nuevo aire a Jorge Almirón, que venía de tres derrotas seguidas en su arranque como DT del Xeneize.

Posteriormente el entrenador argentino adelantó unos metros a Advíncula, que le retribuyó con grandes actuaciones y goles claves como ante Colo Colo y Nacional de Uruguay en la Libertadores, curiosamente todos con la zurda. "Me equivoqué. Eso no pasa nunca más", aseguró tras su gol ante Pereira. Felizmente para Almirón y el propio Advíncula, las equivocaciones siguieron sucediendo y encendiendo la ilusión de ganar la séptima Copa Libertadores, aquel trofeo que Boca persigue desde 2007.

Si bien la sorpresa de Advíncula como extremo se fue apagando con el correr de los partidos y Boca cuenta como opciones en el lateral diestro al recién llegado Lucas Blondel y Marcelo Weigandt, Almirón sabe que necesita la experiencia, jerarquía y competitividad del peruano para complementar a jóvenes talentos del club como Valentín Barco, Equi Fernández, Cristian Medina, entre otros.

"Sueño con mi hijo saliendo a la Bombonera. En América, tenemos nuestra simpatía por Boca. Ojalá que haga historia en un equipo tan grande", señaló Lucho Advíncula, padre del jugador, poco antes de la llegada del peruano al Xeneize. Dos años después, el Rayo está a un partido de quedar en la historia grande del club del cual él y su padre son hinchas. Será contra Fluminense en el Maracaná, ese mítico escenario donde Perú perdió la final de la Copa América ante Brasil en 2019, donde Luis buscará la revancha de su derrota más triste como futbolista al que puede ser el triunfo más grande de su carrera.