Allá arriba, sentado en un Palco del Parque Central, fue testigo del cariño de los hinchas de Nacional para con su padre Álvaro Alexander Recoba. La piel se le erizó más de una vez cuando su papá salía de la cancha bajo una lluvia de aplausos. El hijo del Chino soñó con ese momento de jugar con la camiseta de Nacional y retirarse del Parque aplaudido.
A los 76 minutos del partido que Nacional ganó ante Puerto Cabello, por la Fase 2 de la CONMEBOL Libertadores, Jeremía Recoba vio el cartel con su número. Cuando comenzó a recorrer el camino de salida del campo de juego, vivió en carne propia la misma sensación que sintió con su padre y que tanto había soñado.
“Cuando empecé la caminata para salir no podía creer que casi toda la gente me estuviera aplaudiendo. Fue un sueño, lo viví hace un tiempo desde el palco con mi padre y decía, pah, ojalá algún día me pueda pasar que me aplauda el Parque Central. Se me empezó a dar muy rápido, todavía no caigo que jugué un partido de Copa Libertadores con el Parque lleno y que salí aplaudido”, comenzó diciendo el jugador en nota con el programa Minuto 1 de Carve Deportiva.
Posteriormente, Jeremía Recoba, comentó que su nombre genera confusión y reveló una anécdota que tuvo como protagonista a su padre Álvaro: “Mi viejo se olvidó de ponerme la S en el nombre. Me lo dijo mi madre que mi viejo se olvidó de poner la S. Generalmente me dicen Jere, pero los que me llaman por mi nombre me dicen Jeremías, pese a que estoy anotado sin S”, contó entre risas.
Recoba habló sobre su posición en la cancha y la confianza con la que jugó ante los venezolanos.
“Yo no soy un extremo, por eso el Chino me decía que me tirara para el medio a buscar la pelota para asociarme con Mauricio (Pereyra), Sanabria o mismo con Ruben (Bentancourt), por eso me tiraba para el medio”.
El volante agregó: “La confianza de los compañeros fue fundamental en el vestuario luego de un primer tiempo donde no nos encontramos y el otro equipo nos presionó bien. No voy a decir que entramos confiados, pero el otro equipo juega y recién pudimos sacar el partido en el segundo tiempo”.
Sobre sus características agregó: “Hay muchas cosas que puedo mejorar, lo iré agarrando con el paso del tiempo en Primera, pero se podría decir que ayer fui el jugador que fui en Tercera, que arriesgaba e iba para adelante. En los primeros partidos jugué simple, pero me dije, tengo que arriesgar más. Desde hace dos años le doy más bola a la marca y es por insistencia del Abeja (Nelson Abeijón, asistente técnico) que en Tercera me empezó a pedir eso, porque antes no marcaba a nadie”.
El no a Italia
Jeremía Recoba nació en Italia por lo que tiene la doble nacionalidad. Pese a ello, el jugador reveló que, en caso de ser convocado, no jugaría por la Selección italiana.
“¿Si me viene a buscar la Selección de Italia? No, no, imposible. Me crié en Uruguay, soy de la camada de 2010 (donde la Celeste logró el cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica) y 2011 (donde Uruguay fue campeón de América), de gritar los goles hasta quedar sin voz, así que me quedaría con Uruguay siempre”, expresó.
Recoba dio sus primeros pasos en el baby fútbol en el club Carrasco Lawn Tennis, jugó un año en Náutico, pero donde más tiempo pasó fue en el Siete Estrellas: “Un club de barrio, al que le tengo mucho aprecio, y con personas muy buenas”, expresó.
Sobre su niñez no olvida cuando su padre, pese al enojo de su madre, lo sacaba antes de la escuela para jugar competencias de tiro libre. “Me decía, para hacerla, vamos a hacerla bien, y me llevaba a Los Céspedes a patear. Era imposible ganarle”, expresó.
Recoba comentó de la amistad que está cimentando con el nigeriano Christian Ebere y destacó los consejos de Mauricio Pereyra y Diego Polenta. Sobre el vínculo que genera el hecho de ser dirigido por su padre expresó: “Lo vengo llevando bien el tema de padre-hijo. Tenemos buenos jugadores, tremendo plantel, pero yo sabía que en algún momento me iba a llegar la oportunidad y que cuando me tocara tenía que demostrar que estaba preparado”.