Otra noche dura. San Lorenzo buscó ser más picante y ofensivo, pero cuando parecía que se traía un empate en la visita a Liverpool, en Uruguay, cometió un error letal y perdió 1-0 en la tercera fecha del Grupo F de la CONMEBOL Libertadores, en el tradicional Estadio Centenario de Montevideo. El primer encuentro oficial entre ambos equipos, arbitrado por el peruano Roberto Pérez, fue parejo y casi quedaron a mano. En el cierre, cayó el Ciclón y el saldo fue negativo, ya que sigue sin poder ganar en el torneo de clubes más importante del continente. San Lorenzo se jugaba gran parte de la continuidad en la Libertadores en esta visita a suelo uruguayo, ya que apenas sumaba un punto tras las dos fechas iniciales, con el empate 1-1 contra Palmeiras de local y la derrota 2-0 en la altura en la visita a Independiente del Valle. Esa caída en Ecuador había sido el detonante para que la dirigencia le pusiera fin al ciclo de Rubén Darío Insúa como DT, luego de quedar eliminado en la fase inicial de la Copa de la Liga. Este martes, el conjunto de Boedo tuvo como debutante en la Copa a Leandro Romagnoli, otro gran ídolo del Ciclón, quien fue presentado oficialmente la semana pasada. San Lorenzo, con mucha actitud, salió a buscar su primer triunfo, tratando de ser más profundo e incisivo, pero las aproximaciones al arco rival carecieron de punch. En un duelo equilibrado, se fueron al complemento a mano. Liverpool también tenía un punto, producto del empate 1-1 ante Independiente del Valle en casa y la caída 3-1 contra Palmeiras en Brasil. El equipo de Emiliano Alfaro, 8º y muy irregular en el Apertura de Uruguay, no hizo mucho ante su público. Así y todo, las ocasiones más claras llegaron en el cierre del primer período. A los 39 minutos, el joven Matías Ocampo, de cabeza, impactó un córner enviado desde la izquierda y dio en el travesaño. Y en la última jugada llegó la más peligrosa de San Lorenzo, con el desborde de Agustín Giay por la derecha, su buen centro y el cabezazo del lateral izquierdo, Malcom Braida, que se fue por encima del horizontal. En la segunda mitad siguió insistiendo el equipo de Boedo y fue Nahuel Barrios, tras un gran pase de Tobías Medina, quien pateó al arco a los siete minutos, entrando por el medio del área, pero lo hizo débil y fue directo a las manos del arquero local, Gastón Guruceaga. Acto seguido, el paraguayo Adam Bareiro, la principal cara de gol de San Lorenzo, tampoco pudo definir bien. Enseguida Romagnoli puso a Iván Leguizamón, en reemplazo de Gonzalo Luján, y al colombiano Diego Herazo, por Medina, buscando mayor poder de ataque. Igual, careció de ideas para romper el cero y ejecutó muchos tiros de media distancia muy desviados. Cuando parecía que quedaban a mano, llegó un pelotazo largo de Liverpool, Giay se tiró para darle un pase de cabeza al arquero, Facundo Altamirano, pero se quedó muy corto, la interceptó el ingresado Franco Nicola Albanell y se la tocó por arriba para decretar el 1-0 para el anfitrión. Sin dudas, un baldazo de agua fría para San Lorenzo. Enseguida sacaron del medio y el juez pitó el final. Así, el Ciclón sufrió otro duro golpe, pese a los intentos del nuevo técnico de ser más ofensivo y cambiar la imagen. San Lorenzo lleva ahora seis partidos al hilo sin poder ganar (cuatro derrotas y dos empates) y ya cuatro encuentros consecutivos sin convertir un gol. Sin dudas, esta derrota lo dejó mal parado y rápidamente está obligado a levantar cabeza en la Libertadores, a 10 años de su única conquista de ese codiciado trofeo.