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Peñarol venció a Atlético Mineiro y dio un gran paso rumbo a los octavos de final

El grito surgió desde las entrañas. Todo Peñarol lo tenía contenido. Desde sus hinchas, que llevan años viviendo frustraciones, hasta sus jugadores que el año pasado vivieron la humillación de terminar sin puntos en la Sudamericana. El Carbonero venció 2-0 a Atlético Mineiro, por el Grupo G de la Copa CONMEBOL Libertadores, y quedó a un empate de poder clasificar a los octavos de final del torneo.

El elenco aurinegro ganó con autoridad y justificó el triunfo en el aprovechamiento de las acciones de pelota quieta. Peñarol salió a jugar con un equipo compacto, con sus líneas muy pegadas y sin su habitual estilo de presión alta, sino que, por el contrario, esperó y le cedió la iniciativa a su rival.

El técnico Diego Aguirre paró al equipo con un 4-4-2, que se traduce en cuatro defensas (Milans, Coelho, Guzmán Rodríguez y Maxi Olivera), cuatro en el medio (García y Ramírez como doble cinco y Sequeira con Darias como extremos por afuera) y dos delanteros (Leo Fernández y Silvera).

En los primeros minutos Mineiro se apoderó de la pelota y se plantó en terreno de Peñarol. A los aurinegros no les incomodó que los brasileños tuvieran el balón porque la realidad es que lo tuvieron en una zona lejana al arco de Washington Aguerre.

La clara intención de Peñarol, de recuperar y atacar directo, tuvo su rédito a los 10 minutos de juego cuando Ramírez rompió la línea y fue víctima de falta en las cercanías del área. El tiro libre lo ejecutó Leo Fernández obligando al golero Emerson a su primera intervención.

Seis minutos más tarde, Peñarol volvió a golpear a las puertas del arco del elenco brasileño tomando mal parado a Mineiro. García recuperó en el medio y tocó en cortó con Fernández que asistió a Sequeira y su remate obligó a otra intervención del golero Emerson.

El carbonero sacó provecho de que los dirigidos por Milito atacaban con los dos laterales al mismo tiempo por lo que, a sus espaldas, encontraron espacios para llegar.

El partido sufrió un quiebre sobre la media hora cuando algunas acciones de juego calentaron el clima y detuvieron el juego por una agresión contra Gastón Ramírez en el área que el árbitro Roldán saldó con una amonestación a un jugador brasileño (Alan Franco).

Cuando se reanudó el juego, el elenco aurinegro perdió el control, y dejó espacios que Mineiro estuvo a punto de aprovechar en dos oportunidades. La primera tras un pase largo a Hulk que pretendió definir por arriba pero la acción fue anulada por posición fuera de juego. Y la segunda, una acción por izquierda que no culminó bien.

Peñarol reaccionó en el cierre del primer tiempo cuando Silvera puso a correr a Ramírez como puntero por izquierda y lanzó un centro bajo al segundo palo para Sequeira que se perdió el gol porque la pelota le picó antes de definir.

Segundo tiempo

De cara al inicio de la parte complementaria, los dos equipos salieron con cambios. En el local, Sequeira abandonó la cancha lesionado, ingresando en su lugar Lucas Hernández, al tiempo que en los brasileños entró el chileno Eduardo Vargas.

En los primeros 10 minutos, Mineiro ejerció el control del partido y Peñarol corrió detrás de la pelota sin éxito para recuperarla. Esto fue determinante para que Diego Aguirre moviera piezas dando ingreso a Ignacio Sosa -un jugador con características más de marca- por Ramírez.

El juego se ensució, fue entrecortado, el árbitro repartió amarillas para los dos lados hasta que Peñarol despertó a través de la bendita pelota quieta.

Sobre los 69 minutos el carbonero dispuso de un tiro libre en las cercanías del área. Leo Fernández, un especialista en el tema, remató al arco, la pelota pegó en el travesaño, volvió, y el rebote le quedó a Lucas Hernández que, tras toque de Coelho, abrió el marcador.

Con el Campeón del Siglo en plena ebullición, y tras un remate de Bataglia que pasó cerca del palo, Peñarol llegó al segundo gol con la misma fórmula.

El reloj marcaba el minuto 75 cuando Leo dispuso de un tiro libre en el mismo sector que derivó en el primer gol. Y curiosamente ocurrió lo mismo. Remate, el golero dio rebote, y la pelota le quedó a Silvera que decretó el segundo tanto de los aurinegros.

Con este resultado, Peñarol se consolidó en el segundo lugar del Grupo G y obliga a Rosario Central a vencer a Caracas para llegar con posibilidades a la última fecha que dirimirán aurinegros y canallas en el Campeón del Siglo. Pero con un detalle: a Peñarol le bastará con un empate para llegar a los octavos de final de la CONMEBOL Libertadores.