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¿Cómo evitar que una joya como Gil Mora se pierda?

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Gilberto Mora ha sido una grata sorpresa en la Copa Oro y otros seleccionados y el mismo Javier Aguirre cuentan cómo es el comportamiento del volante de 16 años


Luis Ángel Malagón se sienta a la mesa con Gilberto Mora y le cuenta que “a los 16 años me habían corrido de Santos”, los dos sueltan la carcajada y siguen compartiendo la concentración en la que el chico Sub-17 se ha convertido en la sensación de la Copa Oro con dos partidos jugados. El arquero de la Selección Mexicana forma parte de la red de protección que se ha tejido para el joven futbolista.

“Tengo el gusto de compartir con Gil Mora y le decía que a los 16 años me habían corrido de Santos. Verlo aquí me da gusto porque es un tipo que trabaja, se adapta bien, está en la mayor y contentos por lo que ha pasado”, dice Luis Ángel Malagón, portero de la Selección Mexicana, después de ver al chico de 16 años en su segundo partido de la Copa Oro.

Hay una red de protección para Gilberto Mora, necesaria para un chico que ni siquiera tiene edad para sacar un permiso de conducir. La malla de seguridad la conforman sus compañeros, entrenador y familia.

La importancia de la familia de Gil Mora

Después de cada partido con la Selección Mexicana, Gilberto Mora tiene una charla privada con su padre, que también tiene el mismo nombre. El ex futbolista de los Jaguares de Chiapas le señala los errores al chico de 16 años, que sorprende con su rendimiento en la Copa Oro.

“Está muy bien cuidado por sus padres, ves la educación en casa, su conducta es ejemplar, asume su rol, escucha bien, bajo ninguna circunstancia le pega el entorno”, reconoce Javier Aguirre, entrenador de México.

Esa práctica es común en los juegos de los Xolos de Tijuana y también se repite en la concentración de la Selección Mexicana, cada que las familias tienen acceso a los jugadores.

“Su papá siempre ha estado con él, desde niño lo llevaba a los entrenamientos y siempre lo acompaña. Además que le pide constantemente que también se aplique en la escuela, tiene una muy buena educación”, asegura Ignacio Ruvalcaba, director de fuerzas básicas de los Xolos de Tijuana.

Protección a Gil Mora

Gilberto Mora es uno de los más callados en la concentración de la Selección Mexicana, pero recibe consejos de cada uno de sus compañeros, dentro y fuera de la cancha. Erik Lira, mediocampista, le prometió que “se rompería la madre por él” desde su primer partido oficial con el equipo mexicano, mientras que Edson Álvarez se acerca continuamente al chico de 16 años.

“Si yo a los 21 años debuté en lo mayor, a los 16 años me imagino lo que se estaba sintiendo, le dije que estuviera tranquilo, que iba a estar detrás de él rompiéndome la madre”, confiesa Erik Lira, mediocampista de la Selección Mexicana.

A los mediocampistas se suman Luis Ángel Malagón, que le recuerda el valor de estar a esa edad en la Selección Mexicana, o César Huerta, que le habla lo que es jugar en el balompié de Europa.

“Nosotros le mostramos nuestro apoyo, pero él se protege solo con su talento. Es un jugador diferente y todos los han notado”, asegura César Huerta.

También, Raúl Jiménez se acerca al joven que se ha convertido en su principal socio en la Selección Mexicana, la juventud y experiencia al servicio de la Selección Mexicana.

“Es un chavo que está creciendo, que está dando de qué hablar, a su corta edad, yo a los 16 años estaba en la sub-15 del América. Es apoyarlo, es un chico que es así, es un niño, adolescente, ir mejorándolo, saber darle la confianza, el último partido se da, los hondureños le dieron dos patadas para amedrentarlo, siguió pidiendo la pelota para ver el gol”, explica Raúl Jiménez, uno de los que más cercano se le ha visto a Gil Mora.

Javier Aguirre, clave en el desarrollo de Gil Mora

Javier Aguirre es el entrenador que le da la confianza a Gilberto Mora. Ante la necesidad de encontrar al sustituto ideal de Luis Chávez, el Vasco apostó por el futbolista más joven de la Copa Oro.

“Tiene 16 años, tiene cuerpo de un niño, le falta embarnecer, tiene buena fuerza, carga bastante, está fuertecito, come bien, me gusta que no se esconde, pide la pelota con dos leñazos, es un cuate que no se esconde, es una alegría”, describe Javier Aguirre a Gilberto Mora.

El entrenador lo alineó contra Arabia Saudita y funcionó, con un pase de tacón, que acabó en asistencia de Raúl Jiménez y gol de Vega, Repitió contra Honduras, y el chamaco le dio una asistencia al delantero del Fulham. El propio Aguirre reconoce que no hace un trabajo especial con el chico, pero sí lo tiene bajo la mira, no sólo en la Copa Oro, sino desde hace tiempo.

“Hoy manejo jugadores que podrían ser mi nietos, hay un chico de 16 años, el léxico y la forma que te tienes que conducir la tengo que cuidar”, reconoce Javier Aguirre.