Coquimbo Unido vuelve a la arena internacional, tal como en la Copa Libertadores de 1992, al igual que en la CONMEBOL Sudamericana 2020. Y lo hizo con autoridad, dejando fuera a la Universidad Católica, en una de las llaves de chilenos de la presente edición del segundo certamen continental más importante de clubes de esta parte del mundo.
El 2-0 sobre los Cruzados en Concepción le dio esos anhelados boletos a los aurinegros, que accedieron así a la fase de grupos, una instancia que en su primera experiencia copera en este torneo no vivió, ya que escaló hasta semifinales en duelos de eliminación directa.
En 2020, el Pirata mostraría dos caras, ya que daría que hablar en aquella aventura internacional, pero en el ámbito local, terminaría descendiendo a la Primera B.
Los venezolanos de Aragua y Estudiantes de Mérida, Sport Huancayo y el Junior de Barranquilla sufrieron con ese elenco coquimbano, hasta que Defensa y Justicia, a la postre el campeón de esa edición, se cruzó en su camino.
Hoy, cuatro años después, el ahora elenco dirigido por Fernando Díaz vivirá una nueva experiencia en la Sudamericana, con el impulso de haber dejado en el camino a uno de los grandes del fútbol chileno.