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Martín Prost, el fanático de Boca que cumplirá el sueño de jugar en La Bombonera, pero para Nacional de Potosí

Martín Prost, el delantero de Nacional de Potosí que por fin podrá jugar en La Bombonera EFE

"Jugar en La Bombonera" es un sueño recurrente para muchos futbolistas. También lo es para Martín Prost, el delantero de Nacional de Potosí que es hincha de Boca Juniors y truncó su chance de hacer inferiores allí. Pisar el mítico estadio se transformó en una deuda latente, que le pidió a Dios saldar, y su deseo va a materializarse a los 35 años en el cruce de CONMEBOL Sudamericana que irá por Star+ este miércoles a partir de las 21 horas.

En los primeros meses de 2024, un video de Prost se hizo viral y se coló en muchos portales de noticias de América: lloró de felicidad al saber que el sorteo de la Copa lo cruzaría con Boca. ¿Por qué tanta ilusión? Primero, por lo mencionado: Martín llegó a los 13 años al club y lo seleccionaron entre miles de chicos, sin embargo, no se adaptó a la vida de la ciudad sin los suyos y se volvió a Pigüé sin la chance de formarse en un gigante del continente. Segundo, porque además de soñar una carrera en el Xeneize, es un bostero fanático, como su abuelo, su papá y su propia descendencia. Y tercero, su argumento más sólido e importante: aquella bolilla que definió el Grupo D significaría cumplirle el sueño a su hijo Martiniano de conocer el Alberto J. Armando.

Prost, la pasión por Boca y el sueño de pisar La Bombonera

Un día, el delantero escribió en sus redes sociales que por él "bajaría la luna". Le dedicó incontables tantos, le regaló guantes de arquero cuando quiso atajar y hasta consiguió que se saque una foto con Juan Román Riquelme. Pero había un pedido que nunca pudo tachar de la lista de pendientes: conocer La Bombonera.

Después de más de 20 años de recorrido en distintos clubes del Ascenso, Prost migró con sus goles a Bolivia. Como su vida de futbolista lo llevó a otro país, nunca pensó que viviendo a 2300 kilómetros de distancia se ubicaría en el lugar preciso para que el destino lo lleve a Buenos Aires al estadio lindero con Caminito.

"De chiquito a los 13 años estuve en Boca, tuve la posibilidad de estar en sus filas, pero por cuestiones personales me volví a casa. Vivía en un pueblo muy lejano, extrañaba mucho y me volví. Desde ahí hasta el día de hoy, me quedó pendiente pisar La Bombonera y nunca se dio. Ni en Copa Argentina, ni nada", relataba Prost después de ser "trending topic".

"Este año con Martiniano estaba convencido de que nos iba a tocar Boca, él lo veía como una posibilidad de cumplir un sueño. Uno como papá hace todo lo posible para que sus hijos sean felices y a veces no es solo lo material. Hay veces que es lo afectivo, algo tan simple como llevarlo a la cancha como lo hace cualquier papá", admitía el delantero.

Desde chiquito, Martiniano y su papá tenían un ritual: antes de los partidos importantes el niño le hacía un dibujo, casi como una profecía o un manifiesto. La gente se enteraba porque Martín rompía las redes con sus goles y para celebrar sacaba de su media "el amuleto" trazado por el pequeño.

Con el paso del tiempo, esa costumbre se discontinuó y sería difícil saber qué le gustaría vaticinar a Martiniano para el partido de este miércoles: ¿un golazo de papá que elimine a Boca de la Sudamericana o el recuerdo de ver, por fin, en vivo y en directo, al club de sus amores festejar en La Bombonera?

Nacional de Potosí puede amargar a Boca en su casa

Boca empató ante Fortaleza en la jornada pasada, se complicó y ya no depende de sí mismo: tiene 8 puntos y está segundo en el grupo D, detrás de Fortaleza (puntero con 10 y +6 en diferencia de gol). Debajo, con 7 puntos está Nacional de Potosí. A octavos de final clasificará directo solo el líder de cada grupo, mientras que sus escoltas jugarán una repesca con quienes llegan rezagados desde la Libertadores.

Si el Xeneize gana, avanzará como líder a la siguiente fase solo si Fortaleza cae en Brasil ante Trinidense (difícil: goleó en los dos partidos en casa). Si Fortaleza empata, el equipo de Martínez debe consumar una goleada épica de 7 tantos (casi un milagro). Pero si Boca pierde, todo se termina.

¿Cuáles son las armas más poderosas que tiene Nacional de Potosí para amargar al gigante de América en casa? Martín Prost es una de ellas. Tiene buen pie, amplio repertorio bajo presión y recursos aéreos. Cuenta con la particularidad de definir espectacular de chilena y al argentino le sobran motivos para ser un dolor de cabeza para la dupla central de Boca.

El año pasado, el diario de su ciudad lo presumía "entre los principales goleadores argentinos del 2023" y no mentía. El pigüense se ubicó en el quinto lugar entre los máximos artilleros nacionales alrededor del mundo, detrás de Germán Cano, Lautaro Martínez, Mauro Icardi y Agustín Auzmendi.

Prost llega entonado: le anotó un gol a Fortaleza en el espectacular triunfo 4-1 en la altura y se lució para el "River boliviano". Como la camiseta de Nacional también tiene una banda roja que cruza el pecho, con eso lo han cargado sus familiares desde que se enteraron de que ante Boca habría un "simulacro visual de Superclásico".

El hombre con el número 20 en la espalda viene de ser elegido como el MVP de su equipo el domingo pasado, en el último partido que Nacional jugó en la liga local (1-1 ante Guabirá).

Boca y Nacional de Potosí se miden este miércoles a partir de las 21 horas, con transmisión de Star+, en la fecha definitiva de la fase de grupos de la CONMEBOL Sudamericana, y Diego Martínez tiene estudiado a Prost porque es uno de los que puede jaquear la ilusión xeneize en La Bombonera.