El hijo mayor del capitán de Alajuelense se robó el protagonismo con un golazo de pierna derecha ante el Twente
Cuando ingresó en el segundo tiempo del juego de despedida de su papá, Mathías Ruiz sintió el calor de la afición de Alajuelense que lo alentó en cada momento que tuvo participación con la pelota.
Ya fuera haciendo algún pase, marcando a los jugadores del Twente o en el momento de más éxtasis del juego cuando tuvo la oportunidad de marcar un golazo que puso el 2-2 en el marcador en lo que fue una noche perfecta para él y para Bryan Ruiz que no se cambiaba por nadie al ver a su hijo mayor anotar.
“Fue increíble, ahí no pensé en nada y solamente celebré. Recuerdo que hace el centro Mora, me queda el rebote y veo que viene un jugador de frente entonces no tenía otra opción que pegarle y gracias a Dios entró”, expresó Mathías Ruiz.
Ese momento estuvo cargado de emotividad, primero por la factura de gol que hizo, luego porque los jugadores de Alajuelense celebraron en grande con él, incluido su papá y hasta sus tíos que estaban en el banquillo y todo el estadio Morera Soto se rindió ante Mathías, a quien muy posiblemente nunca antes habían visto jugar.
El adolescente de 15 años es apasionado por el fútbol y está realizando su proceso de formación en la academia Fútbol Consultants en Desamparados bajo la dirección del conocido entrenador Edson Soto, pero no descarta que en un futuro no tan lejano pueda representar los colores de Alajuelense en divisiones menores.
“Puede ser no sé, no tengo una respuesta para eso, pero puede ser. Muchas gracias a todas las personas que apoyaron y les mando un fuerte abrazo a todos”, expresó Mathías Ruiz.
Mientras tanto, Bryan Ruiz vivió con mucha alegría el contar con su retoño en la cancha, pero tiene claro que por ahora debe terminar su proceso de formación y pese a la gran noche que vivió tiene que mantener los pies en la tierra y seguir entrenando con mucha dedicación.