BARCELONA -- Ansu Fati está en el mercado. Es una especulación... Pero tan repetida y escrita en no pocos medios de comunicación que el silencio institucional del Barcelona, no negando su posible traspaso, invita a pensar que recibiría con los brazos abiertos una buena oferta por él.
"No podemos desmentir todas las noticias que salen porque nos pasaríamos los días enteros haciéndolo", reveló a ESPN Deportes, hace semanas, una fuente del club... Pero que ni el propio Xavi asegurase en la sala de prensa su continuidad no hace más que enrarecer el asunto.
Y mientras pasan las semanas y se van reproduciendo las noticias que apuntan a que Jorge Mendes le busca destino, hablándose hoy de 70 millones de euros y mañana dejándolo en 50, Ansu intensifica sus ganas de recuperar, a toda prisa, el tiempo perdido.
Apartado de los focos y perdida la titularidad, cada ocasión que le brinda el entrenador la toma comosi fuera la última y este martes, que disfrutó de casi una hora de juego, gracias a la lesión de Gavi, se convirtió, con permiso de Jordi Alba y de Ter Stegen, en protagonista destacado ante Osasuna.
Fue su presencia en el campo lo que revolucionó el ataque del Barça, fue su empuje, sus ganas, su veticalidad, valentía y descaro lo que despertó a un equipo mustio que veía pasar los minutos sin más solución que pasarse el balón a la espera de encontrar un hueco que no aparecía. Y los huecos los encontró Ansu. Remató hasta tres veces a puerta con peligro, combinó, se desmarcó y abrió espacios.
Y, sin marcar, sin disfrutar del premio máximo, demostró que tanto si se queda en el Barça como si acaba traspasado por exigencias del fair play financiero, es un jugador con mucho que decir, todavía, en el panorama futbolístico.
TER STEGEN
Ya son 27 los partidos de Liga sin encajar gol. Ya son 1.214 minutos dejando su portería a cero en el Camp Nou, donde solo ha recibido dos goles. Ya es un hombre de record, un portero para la historia que quizá no sea el mejor de todos los tiempos, aún, en el Barça pero está, con derecho propio, entre los más grandes.
Si este es el Barça menos goleador de los últimos años y demuestra que le cuesta horrores marcar, también es el mejor en el aspecto defensivo, cercano Ter Stegen al record que aún ostenta Liaño, el que fuera portero del Deportivo, que cerró el campeonato de la temporada 1993-94 encajando 18 goles, siete más de los que lleva encajados el alemán cuando le restan cinco jornadas para acabar la Liga.