La lesión cervical de Vinicius, figura de Real Madrid, en el calentamiento no frustró los planes de Carletto, que pensó en Joselu, quizás el reemplazante natural, no por características sino por presente y aporte goleador, pero a último momento se decantó por Brahim Díaz, clave en el derbi ante Atlético Madrid por LaLiga. Sin embargo, la última palabra la tuvo el Colchonero, que por un cabezazo, el enésimo del partido en el área rival, de Marcos Llorente consiguió un agónico empate.
El malagueño de origen marroquí, suelto en la ofensiva merengue, se asoció constantemente con Rodrygo, Fede Valverde y Jude Bellingham, dejando sin referencias a la defensa colchonera, que en gran parte de la etapa inicial se limitó a cederle la iniciativa a una potencia repleta de bajas, a la que había vencido en dos ocasiones esta temporada (las únicas dos derrotas de la Casa Blanca en todo el curso).
Y a los 20 minutos, en una jugada algo sucia por los desvíos y malos despejes, el ex Manchester City y Milan se llevó el balón de prepo y rompió la resistencia de Jan Oblak. Un cabezazo al medio de Rodrigo Riquelme le dio la posesión, mientras que un rechazo de Koke, tras un toque en Saúl Ñíguez, le brindó la oportunidad de llegar, sacarse de encima a un rival y anotar el 1 a 0.
La anterior conquista de Brahim, campeón liguero en Inglaterra, España e Italia, había tenido lugar justamente ante el Atleti, en la otra victoria del Real en el derbi esta temporada, el 10 de enero en la Supercopa.
El conjunto del Cholo Simeone, sin respuestas en el juego, estuvo a punto de igualar rápidamente, pero Andriy Lunin se quedó con el testazo de Axel Witsel, mientras que el de Stefan Savic se fue apenas desviado.
No obstante, las llegadas aéreas, a partir de los precisos envíos de Antoine Griezmann, parecían ser el talón de Aquiles del anfitrión, algo que se corroboró en el inicio del complemento, cuando Savic puso las tablas en el marcador. Solo la posición adelantada de Savic, que estorbaba a Lunin, salvó al equipo de Ancelotti de tener que salir a buscar otro tanto.
Por las vastas bajas, como la de Antonio Rüdiger (también Militão, Alaba y Tchoauméni), Dani Carvajal acompañó en la zaga a Nacho, posición en la que nunca había iniciado, en 357 titularidades vestido de blanco. Con 173 centímetros de altura, el local padeció durante todo el cotejo los constantes envíos al área.
Luego, los reclamos fueron de la Casa Blanca, que pidió presuntos penales sin conseguir la aprobación del árbitro José María Sánchez Martínez.
El Atleti insinuó con un gran taco de Griezmann, bien contenido por Lunin, una de las figuras junto con Toni Kroos y Brahim Díaz, pero este último contó con la mejor ocasión de la jornada, al dejar pintado a Mario Hemoso con un gran caño, enganchar ante Witsel y rematar algo desviado, ganándose la ovación de todo el Bernabéu cuando fue reemplazado.
El cotejo bajó en intensidad, pero el conjunto del Cholo no renunció a buscar el empate, acumulando centros y metiendo gente en el área, y por esa vía llegó el agónico tanto de Llorente, canterano merengue, que aprovechó un golpe de cabeza del ingresado Memphis Depay y anotó el 1 a 1, dejando sin respuestas a Lunin y al Real (93'). Desde enero de 2003, ningún futbolista del Colchonero le empataba un derbi al Real en el tiempo añadido (Demetrio Albertini con rebote en Iker Casillas).
El Madrid no pudo vengarse del Atleti, que lidera el head to head en la temporada (2-1-1), y LaLiga quedó abierta, con el equipo de Ancelotti aventajando por dos puntos al Girona, su próximo rival y la gran revelación del campeonato (58 contra 56). Abajo, Barcelona (50) y Atlético de Madrid (48), el único sobreviviente en la Copa del Rey, donde enfrentará entresemana al Athletic Bilbao por las semifinales.