El Real Madrid está en camino de recuperar el título de LaLiga, pero para ello tuvo que sobreponerse a la dura baja de Benzema y varias lesiones.
MADRID -- Cuando la paciencia y la resiliencia van de la mano, las metas acaban llegando. Y el Real Madrid ha sido un experto en eso, clave para que la calma deportiva haya dado paso a un rendimiento extraordinario en LaLiga, en uno año que le presentó numerosos retos y desafíos. Porque da la sensación de que parece fácil, pero la temporada ha sido, es y, todavía, será muy complicada para los merengues.
Volvamos al verano. Cuando todo hacía indicar que Karim Benzema iba a renovar su contrato asegurando que el Real Madrid tendría un delantero referencia, el francés escapó a Arabia Saudita. Ahí llega el principal problema del año: la falta de gol y de un delantero específico. Muchas voces gritaron a los cuatro vientos la dificultad de afrontar una temporada con garantías de esa forma. Y es que, en apenas un año, los blancos pasaron de tener a Benzema y Mariano como delanteros específicos a sólo tener a Joselu como delantero centro.
El problema con la delantera se arregló con un Joselu cuyo rendimiento ha sido extraordinario sabiendo el rol que tenía (y tiene) que desempeñar. Y también gracias a los hombres de segunda línea como Vinícius Júnior, Rodrygo, Brahim Díaz o, sobre todo, Jude Bellingham. El inglés ha tapado él solito esas carencias que, todavía hoy, muchas voces dentro del vestuario claman para arreglar en verano.
Porque afrontar una temporada así fue un riesgo para el Real Madrid, a pesar de que le haya salido bien la jugada. Al menos de momento. Eso, en LaLiga, le ha bastado para mantenerse en la primera posición tras un año horrible de Barcelona y Atlético de Madrid.
Otro de los grandes problemas ha sido la portería. Tras la baja de Thibaut Courtois. El debate se cerró apenas hace dos semanas. Llegó Kepa Arrizabalaga cedido del Chelsea y, con él, la confirmación por parte de la prensa oficialista de que sería el portero titular en la temporada.
Sin embargo, una información que dio ESPN hace tiempo no lo indicaba así. Y dolió a muchos. Pero Andriy Lunin también se sentía con ganas, por fin, de disputar la portería y se acabó haciendo con la titularidad. Cierto es que el ucraniano no es, ni nunca será, Courtois. Pero su actuación del último mes está siendo más que aceptable, confirmando que no era tan malo como alguno decía.
La defensa es el último problema para los de Ancelotti. Sin Éder Militão ni David Alaba, la zaga se está reconstruyendo gracias a gente que se está desdoblando como Eduardo Camavinga, Dani Carvajal o Aurélien Tchouaméni. Al igual que los laterales, donde Carvajal es el único fijo de la zaga, con un Fran García a quien no ven como titular y un Ferlan Mendy por el que, otro año más, se escucharán ofertas.
La intermitencia de Antonio Rüdiger y Nacho ha dejado paso a un centro de la defensa que está rindiendo a un buen nivel sabiendo los remiendos de la que está formada. Por eso, con todos los defectos de planificación deportiva y de mala suerte, el Real Madrid ha salido airoso en un año que tiene mucho mérito.
Si sumamos todo eso a que los Barcelona, Atlético de Madrid o Girona fallaron en los momentos clave de la temporada, el resultado es que el Real Madrid ha sabido sufrir, le ha valido con lo que tiene y, sobre todo, ha tenido la paciencia para aguantar durante muchos meses los mismos problemas que el resto de rivales directos también han tenido. LaLiga, este año, la tienen más cerca que nunca.