Una semana después de rozar el esperpento en Getafe, el Barça aparcó su crisis liguera con una auténtica exhibición, barriendo al peor Valencia que se recuerda.
El Barcelona de las dos caras volvió a mostrar la mejor imagen posible. El Barça deprimido de LaLiga marcó dos goles en sus dos primeros remates, a los 26 minutos ganaba por 4-0 y al descanso había castigado al Valencia con una manita. El peor Valencia que se recuerda en Barcelona se marchó de Montjuïc con un 7-1 incontestable.
La sonrisa regresó a la montaña olímpica después de tres derrotas ligueras consecutivas, lo nunca visto, y de enlazar una racha tan horrible que no se veía en el Barça desde 1988. Flick asustó con su carrusel de cambios en una alineación en la que faltó, por indisposición, Pedri y que respondió con una grandeza inverosímil.
Sorprendió la elección de Wojciech Szczesny como titular en la portería, un auténtico golpe bajo para Iñaki Peña que, se supone, el entrenador y su staff estudiaron a fondo... Pero, a partir de ahí, las entradas de Eric García, de Fermín López, Frenkie de Jong y Ferran Torres no afectaron para nada al Barça. Al contrario, les dio alas.
Se encontró con un rival sin respuesta; un Valencia apocado, tímido y pusilánime, que no remató a puerta hasta el minuto 57, cuando ya había encajado cinco goles y que no aprovechó, ni de lejos, la inconsistencia de Szczesny, que en el primer tiempo cometió un penalti, otro, extraño del que le salvó el VAR por una falta anterior sobre Jules Koundé y que encajó gol, de Hugo Duro, en el segundo disparo del equipo che.
Para entonces, sin embargo, no había discusión ninguna. Ninguna porque la primera mitad del Barça fue una exhibición monumental. Aprovechó el poco colmillo y menos confianza del Valencia para masacrarle como no se recuerda. Con un Fermín soberbio, bigoleador y asistente como si de Platini se tratase, con Ferran revolucionado, Lamine Yamal, claro, espectacular y Raphinha insistiendo en sentarse a la mesa de los mejores brasileños que vistieron de azulgrana.
Ya no se sabe si Raphinha puede ser capaz de compararse con Rivaldo y con Ronaldinho, pero su trascendencia en este Barça de Hansi Flick está fuera de toda duda. El Barça llegó al descanso ganando por 5-0, algo que no había conseguido desde abril de 2015, cuando acabó ganando por 6-0 al Getafe tras acabar el primer tiempo con ese 5-0 que se repitió esta noche en Montjuïc.
Lo que tampoco se sabe es la suerte que le espera al Valencia en LaLiga... Pero a lo visto en Montjuïc nada bueno se sospecha. Hace nueve años, en febrero de 2016, encajó la peor goleada en el campo del Barça: un 7-0 bestial en la Copa del Rey que se repartieron entre Luis Suárez (4) y Lionel Messi (3). Esta vez hubo un concierto global.
Un Barça en el que nadie desentonó. Ni en la primera ni en la segunda mitad, cuando Robert Lewandowski acudió a su cita con el gol, anotando el número 100 de la temporada, y el Valencia, triste y descompuesto, se entregó a la peor de sus pesadillas.
¿Crisis? El Barça le dio un bofetón a la crisis liguera. O eso, al menos, es lo que espera su hinchada.