MADRID -- A Cristiano Ronaldo le empiezan a salir detractores que no se conforman con verlo meter cuatro tantos en menos de cuarenta minutos al Celta de Vigo o al Espanyol. Aunque se mantiene como Pichichi en Liga con 27 tantos y en Champions League con 12, un sector de la afición mantiene sus dudas con respecto al portugués, blanco de numerosas críticas a lo largo de la campaña, ya sea por fugaces periodos de sequía o por haber fallado en la misión de marcarle un gol a un grande.
Cristiano dejó de ser intocable para la afición que el sábado le dedico una sonora rechifla antes de que iniciara su maratón goleador y que empieza a ver una posible venta del ‘7’ el próximo verano como buen negocio. Pero a Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid, no le gusta la idea. De hecho, espera que los reclamos de la grada sean una manera de presionar al jugador, como le ha sucedido a él, y nada más.
"Yo quiero a Cristiano Ronaldo. A mí también me pitaron; a todos nos ha pasado. No es una cuestión del jugador sino de un público que quiere más de los jugadores. Al final, de verdad, yo creo que el público quiere mucho a sus jugadores, porque yo veo siempre lleno el estadio y eso significa mucho", dijo Zidane en rueda de prensa tras el entrenamiento del conjunto merengue de este lunes, el último antes de que su equipo reciba a la Roma en la vuelta de los octavos de final de la Champions League.
La rechifla Cristiano, la máxima estrella del Real Madrid, es solo una de las muchas maneras en que el divisionismo y el enfado con la directiva se hacen notar cada dos semanas durante los partidos como local. Zidane ha asumido ese papel de pacificador que le asignó la directiva cuando le dio las riendas del primer equipo sin apenas experiencia y por enésima vez, hizo un llamamiento a la “unión” y recordó a los aficionados que acuden con regularidad al Bernabéu – 65,000 de ellos con abono anual – que “son muy importantes' para los merengues.
"Es muy importante para nosotros la afición, pero lo saben. Luego en el partido que cuando no vean las cosas como quieren pitan un poco, pero es así. Yo he sido jugador y no hay que dar más importancia a eso”, dijo Zidane, quien apenas dirigirá su segundo encuentro en la máxima competición continental, el primero en su casa.
Para jugadores como el central Pepe la situación parece incómoda. El defensa central, quien recientemente volvió de una lesión que lo tuvo al margen más de un mes, sostiene que no escuchó la rechifla dedicada al portugués en el partido del sábado pasado, ni siquiera en la primera mitad del partido en que al Madrid le costó un mundo abrir a la defensa celeste.
"Yo lo que vi fue que la afición estuvo de nuestro lado, nos ha apoyado y estuvieron con nosotros en la primera parte cuando fue más difícil y espero que siga siendo así", insistió educadamente Pepe, preocupado por la unidad del equipo.
El defensa, tercer capitán del equipo, fue el único jugador del plantel que en diciembre pasado defendió a Rafa Benítez, si no por lealtad, por pragmatismo, cuando señaló que "a estas alturas" no convenía hacer un cambio pues el equipo tendría que “volverse a adaptar” a otro técnico.
Pero vino el inevitable cambio y a dos meses de distancia, Pepe empieza a ver las ventajas de tener a alguien como Zidane en el banquillo.
Según el central la gran diferencia entre la gestión anterior y esta es que el vestidor ya no se tiene que preocupar de cosas extracancha como el espinoso caso de el descenso en popularidad de Cristiano Ronaldo. Un asunto, para su compañero de selección, casi absurdo.
"(Zidane) no se desgasta en cosas que no son parte del futbol porque ha sido jugador y sabe lo que pensamos y queremos; luego, desde mi punto de vista, ha unido al grupo. El último partido se vio unión también con la afición. Ha sido un jugador mítico y como entrenador debemos dejarle hacer su trabajo tranquilamente porque no tengo ninguna duda de que va a ser uno de los mejores entrenadores del mundo. (No se desgasta en cosas como ) hablar de Cristiano o decir que está mal. Es Pichichi, ha marcado muchísimos goles y la gente le sigue criticando. Yo quisiera estar en su situación; que no está bien y es Pichichi. Como he dicho, con nuestra afición somos más fuertes juntos”, sentenció Pepe.
De cualquier modo, poco más podía hacer el defensa, que recordó que la opinión de los jugadores es la menos importante en la cadena de toma de decisiones.
“Yo creo que todo el mundo que quiere ganar tiene lo suyo (de carácter); respetamos mucho a nuestro míster a pesar de que como jugador coincidió con Sergio (Ramos), hay que tener claro que primero el presidente, luego el míster, luego el médico y luego nosotros (jugadores)", dijo.